¿Sabemos lo que queremos?, ¿Sabemos lo que pedimos?.
Nos
hemos metido en un deseo de igualdad, que al final tendremos solamente un tipo
de plantas, un solo color en las flores, un tipo de nubes, ríos de anchos y
caudales concretos e iguales, no dejaremos que existan mares u océanos más
pequeños o grandes que otros, incluso podríamos contar los peces y las especies
que existen en cada uno, para que tengan las mismas especies y cantidades. O podríamos
llegar a la igualdad absoluta, teniendo solamente una clase de peces. Probablemente
lo difícil sería igualar las olas.
Llevamos
muchos años buscando la igualdad social, los derechos de las especies, de la
Naturaleza. Hace años buscamos la igualdad entre hombre y mujer. Afortunadamente,
no sé para qué, la mujere se está acercando a la igualdad con el hombre. Maldita
la gracia que me hace, pues siempre he estado enamorado de la mujer, tampoco
veo la necesidad de que la mujer aumente su agresividad hasta convertirla en
violencia, desde el momento que lo que desea la sociedad es encontrar la paz.
Tampoco
veo la ventaja, de que antes con el sueldo del padre vivía la familia, y ahora
le paguen la mitad a cada uno, para poder vivir. Son cosas que socialmente no
llego a entender, pero veo difícil explicar, por lo que recurriré a la Historia
de la Humanidad.
“Estaba
un día durmiendo la Vida, cuando acertó a pasar Dios por el lugar, se tumbo
encima por un minuto, naciendo el Universo.
Viendo
el trabajo que daría, le dio Libre Albedrío, les dejó en el Paraíso y se fue a
descansar.
Mientras, la Vida cuidó y permitió vivir al Universo.
Un
día Dios les visitó en el Paraíso, y viendo que se estaban convirtiendo en
hijos consentidos e inútiles, que tendría que cuidar de ellos eternamente, que
tendría que conseguirles Él en persona la Humanidad, les echó del Paraíso, a un
lugar que les construyó en un inmenso lugar Vacío. Quedándose Él, en su lugar
de descanso.
Durante
miles de millones de años, la Vida ha cuidado del Universo, llenándole de Vida,
llorando desconsolada al ver que su Hijo el Universo, como decía Dios no
consigue llegar a la Humanidad, que no importa cuanto Ella les crea, es destruido por nosotros”.
Seguimos
queriendo que la mujer sea como el hombre, razón más que convincente para
asegurar que: “Adiós Humanidad”,
si es que alguna vez sabemos que existe la palabra. Lo peor es que podemos
echar del Universo incluso a la Vida, que tarde o temprano querrá ser como
Dios.
Dios
es Vida, estando aquí cuidándonos, mimándonos y dejando nuestra inutilidad ser
Libre, que usemos el Libre Albedrío para ser cada día menos libres y menos
humanos.
Cada
vez que escucho, leo o alguien me recuerda: “El derecho de la mujer a ser como
el hombre”, un profundo repelús recorre las profundidades de mis entrañas, haciéndome
perder toda esperanza de que salgamos de nuestra ignorancia.
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