“Todo es dual; todo tiene su par de
opuestos; los semejantes y antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos
en naturaleza, difiriendo sólo en grado; los extremos se tocan; todas las
verdades al igual que la mentira, son solamente a medias, todas las paradojas
pueden reconciliarse”.
Todo
cuanto se manifiesta, lo hace en la dualidad, siendo la única posibilidad de que
sea percibido como manifestación. En el Absoluto, no dejan de existir, no dejan
de ser lo que son, pero no son percibidos como individualidad separada, sino
que no hay percepción de existencia, ni tan siquiera como Unidad.
El no
haber consciencia, no es por la ausencia de ella, sino por Ser Consciencia, por
existir en Absoluta Seidad.
Publicado anteriormente
en 2014.
Este
principio trata del principio de dualidad; todo a partir del Uno tiene dos
polos, su par de opuestos. Explicando y estableciendo muchas de las antiguas
paradojas que dicen: “La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza, difiriendo
solo su polaridad”; “los opuestos son idénticos en realidad, diferenciándose en
su polaridad”; “los pares de opuestos pueden conciliarse, los extremos se tocan”;
“todo es y no es al mismo tiempo”, “toda verdad no es sino media verdad”; “toda
verdad tiene una mitad falsa”, etc.
Estas
paradojas son reales, siempre y cuando sean observadas desde la polaridad
oriental del Yin y del Yang. Esta polaridad se da en la forma de círculo, por
lo que cualquier punto opuesto a otro, se realiza que está y es, el centro del mismo
punto.
Nuestra
filosofía de los opuestos generalmente se realiza en la línea recta, por lo que
se van distanciando, hasta que en nuestra concepción de lo que llamamos
realidad, hacemos imposible: “Su reconciliación e igualdad absoluta, pero con
diferente polaridad”.
El Yin y
el Yang, son opuestos pero interdependientes, no podemos nunca eliminar o
ignorar uno de ellos, en ninguna manifestación. Todos los conceptos de dualidad
son relativos, es por ello por lo que el Yin siempre es dependiente del Yang y
cambia si este es modificado y viceversa.
En los
conceptos de: frío y calor, luz oscuridad, alto bajo, joven viejo, material
espiritual, bueno malo, duro blando, etc. Siempre se realiza que hay uno que es
más y otro que es menos, pero exclusivamente con respecto al otro o los dos son
iguales. El menos siempre es en la dualidad el Yin, en los aspectos positivos;
siendo Yang el más de los aspectos positivos; cuando son iguales, la polaridad
menos es Yin y la positiva es Yang.
Por
ejemplo, la oscuridad, que en general se considera negativa, lo más oscuro es
el Yin, pero es Yang lo menos oscuro, de una misma oscuridad.
Es por
ello, que no se pueden eliminar de la Vida los aspectos negativos, la dualidad
y la polaridad, siempre existen en toda manifestación. Pero lo que si se puede
hacer es la transmutación de los opuestos, simplemente hay que cambiarle la
polaridad en nuestra mente. Un sentimiento de odio, es una energía exactamente
igual que la de amor, hay quien dice que lo negativo tiene una vibración más
baja, pero yo no estoy de acuerdo con ello, especialmente cuando son los
opuestos de una misma manifestación. Para mí son como digo exactamente iguales,
por lo que lo más fácil para cambiarle la polaridad, es simplemente cambiar en nuestra
mente la intencionalidad, enfocándola hacia lo positivo.
Lo que
hace que algo sea positivo o negativo, tiene que ver más con la intencionalidad,
el uso, y el resultado que buscamos, que la naturaleza de la energía que
estamos usando. Debido a que en la Vida no hay algo, que sea intrínsecamente
malo o bueno en su naturaleza.
En el Todo
como he explicado en lo anteriormente escrito, no puede manifestarse esta
dualidad, ni puede modificarse, transmutarse, ni tan siquiera potencialmente,
debido a su condición de Absoluto.
En el
resto de Universos, la dualidad existe como Ley Universal, por lo que: la
ignoremos o la aceptemos su funcionamiento es inexorable.
Es esta
posibilidad de transmutación, simplemente cambiando la polaridad, al ser
iguales en Naturaleza Original los dos aspectos, la que nos da la libertad de
ser los dueños de nuestro pequeño universo y los corresponsables de lo creado
como universo donde vivimos. Todo ello, con nuestra actitud, lo que pretendemos
con nuestro esfuerzo y enfoque, con el que realizamos el pensamiento en la
mente y la acción pensada.
La mejor
transmutación es: “La de aceptar lo que la Vida nos está ofreciendo y utilizándolo,
como ofrenda y en beneficio de la Vida, de la Humanidad, de Nosotros y medio
para aceptar, nuestra Realidad de Ser Todo”.
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