No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

jueves, 1 de marzo de 2018

¿REACCIONAREMOS?

          Viendo las noticias, un amigo soñador creyó encontrar el negocio del siglo.
          Ante la escasez de dignidad, pensó que aparte del agua, este es el mejor negocio: escasez, una necesidad perentoria antes de que nos carguemos la sociedad, algo que nos lleva a la angustia y en cambio es desconocida por las personas de la Tierra. Sería el néctar que curaría la mayoría de las enfermedades de la sociedad, de la humanidad, el medicamento soñado, la piedra filosofal que cambiaría el sufrimiento en Felicidad.
          No sé cuantos años ha dedicado a intentarlo, ha buscado por todas partes, no me extrañaría que hubiese ido incluso a otros planetas, finalmente a pesar de la vergüenza que le daba decírmelo, me ha dicho que no ha encontrado en la sociedad, ninguno de los ingredientes necesarios para crear el medicamento.
          No se defiende la Verdad, ni la Justicia, ni la Dignidad, ni se respeta a los demás, ni tan siquiera ha encontrado a quien se respete a sí mismo.
          Ha encontrado muchas y buenas personas, pero en cuanto les dicen que vayan a pegar tiros, a firmar unos papeles, que contesten que no saben o que no se puede, que se callen, que no miren lo que pasa, que se escondan, que no se respeten, lo hacen. Y es que las buenas personas llevan la carga del silencio de los borregos, pero lo peor es que no se respetan para entregarse a la Verdad, a la Dignidad, a la Justicia.
          Finalmente, mi amigo que iba a poner un kiosco de Dignidad a la puerta del Parlament catalán, en los caminos del Pedro, que manda a sus huestes a las huelgas hasta la demolición del PP. Que no importa el perjuicio que nos ocurra a la tropa española, a los silenciosos, a los pobres, no pactará nunca por muy necesario que sea, si no consigue el poder. Que les paguen a los independentistas, a los nacionalistas con el dinero del pueblo por los presupuestos, porque ellos no firmarán, si no es a cambio del gobierno.
          En las entradas de las sedes de los Partidos, en las de las ONG, en las de las Administraciones, en las de cada casa. Probablemente se habría convertido en la mayor multinacional de ayuda a la Humanización. Lástima que no haya encontrado ni uno de los ingredientes necesarios para fabricar un sucedáneo de Dignidad, eso que hemos dejado de nombrar, de buscar, de pensar, como cuando abrimos el grifo y terminamos de pensar, de hablar, de hacer lo que nos ha surgido, antes de llenar el vaso, olvidados de que la gente muere de sed.
          Dicen que para ser felices lo mejor es no saber, pero nos hemos sumergido en una ignorancia tal, que solamente fabricamos sufrimiento.
          No importa lo que intentemos crear, sin Dignidad nos llevará al sufrimiento. Tratamos de ser buenas personas, no molestar a los demás, no hacer lo que no debemos según nos han enseñado, aguantar para que los demás no se sientan ofendidos, no mirar lo que pensamos por si es algo que no está de acuerdo con lo establecido.
          Cuando nos rebelamos, vamos en contra, a imponer lo nuestro, a masacrar al que diga lo contrario, a ridiculizarlo.
          Finalmente es el silencio de los borregos o el ladrido de los perros, el que se escucha en nuestras sociedades, en la que el único pastor que guía el rebaño es nuestra Indignidad.

 

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