Hablaba ayer
con una persona que dice ser Testigo de Jehová, en la conversación me dijo que
había: “Que conocer las partes para conocer la Verdad” o algo parecido, pero es lo que yo entendí. Contesté que:
conocer los árboles, las plantas, los animales, tierra y partes del bosque,
solamente la ciencia cree saber lo que el bosque es.
Es una de
las dificultades que hemos tenido siempre para conocer las religiones, que
mirando y tratando de conocer las partes, especialmente la letra, no hemos
podido saber lo que es la Religión, al menos fuera de lo que es la ciencia de
la mente racional.
Por otro
lado, hemos tratado de conocerla Espiritualmente negando la materia en su
concepción, lo que nos ha llevado a pelearnos con nosotros mismos tratando de
destruir la parte contraria a la Religión, según también el método científico.
Uno de los
errores, es creer que el Espíritu Crístico existía en Jesús desde antes de
nacer, cuando ese Espíritu no puede nacer en algo. Mi explicación o respuesta
fue, que Cristo nace al morir Jesús, que es desde donde Pablo dice: “Que ser cristiano
es ser uno en Cristo”.
En Zen y
en los Sutras se enseña que: “Somos Buda desde antes del principio de los tiempos, que
seguiremos siéndolo cuando el tiempo termine y a lo largo o transcurso suyo”. En cambio, hay que hacer que el ego se integre en un
Todo, transformarse en Absoluto para poder serlo con certeza.
Pero es
una certeza que no podemos tener, pues no hay un yo, un tú o la existencia de
un algo donde pueda manifestarse: “Por ello, Todo o el Todo, lo Absoluto, solamente puede
manifestarse como Vacío”.
No importa
cuanta Meditación creamos practicar, ni el conocimiento del budismo, ni
practicar cuanto hay escrito, mientras existe el yo, no podemos ser Buda. Él
solamente puede existir como Vacío, cuando algo tiene consciencia de
manifestarse en Él, no puede nacer.
Es la
misma Esencia del Dharma, la que impide que algo pueda practicarlo, pues hay
que ser Dharma, la que hace que nada pueda ser Espíritu Crístico, tampoco puede
haber algo que sepa de la existencia de Cristo pues: “Hay que ser Uno en
Él”, pero no es por unión, sino por ser Uno.
Es el ojo
que ve, el que conoce y ve todo aquello que existe en el Universo, el único que
no puede entrar en Él al tener que permanecer fuera para poder verlo.
Percibir las
partes, hace que no seamos ni tan siquiera una parte. Nuestro origen es que
vemos la separación y tratamos de conocer el bosque, desde ser algo externo y
diferente al propio Bosque. Analizando las separaciones creadas por nosotros,
tratando de conocer ese Todo que pensamos ser.
El cuerpo,
no sabe que existen las células o los órganos, si una parte quisiera saber lo
que es el cuerpo, podría analizar las partes, pero nunca alcanzará a conocerse,
pues por muy profundamente que conociera las partes, faltaría ella en el Todo
que quiere conocer. Pero esto no impide, que cada parte en su trabajo o
manifestación individual, no lo haga al servicio o como Todo, no como
individualidad.
El Todo,
el Dios de cualquier religión, no puede saber de la Creación como parte de
Dios. Los Libros Sagrados tratan de explicarlo, es una Verdad experimentada por
una persona que no puede alimentar a los que lo leen, sino a aquellos que
teniendo una experiencia diferente llegan a la misma y Única Meta.
Es por lo
que las religiones, son guías para encontrar la Religión que somos y que no
podemos practicar, conocer o percibir, pues en Ella hasta la Creación del Yo y
la de los demás, quedan excluidas.
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