En el sentimiento
de amor, la duda se resuelve deshojando la margarita, olvidando su comprobación,
obtenemos la felicidad o el sufrimiento, de resolver la duda.
Trabajando
en Madrid, vino una paciente a darse masaje. Su cara ante mis explicaciones era
un poema de dudas, misteriosamente regresó a la semana siguiente y a la
tercera, me comunicó que era catedrática de filosofía, que mis teorías no
tenían fundamento y que mezclaba a los filósofos y las filosofías. Quería saber
dónde la había estudiado y obviamente dije que mis estudios de FP. no contenían
esa asignatura, que era lo que yo pensaba.
Meses después,
ella compraba libros de filosofía oriental, me preguntaba por la estancia con
mi Maestro, y hablábamos de lo que ella había aprendido para enseñarlo y había
enseñado, mis experiencias y lo que había entendido de mi Maestro.
En una de
las charlas de mi Maestro, no recuerdo exactamente de lo que trataba, pero sí,
que salió Rodin el escultor.
Lo que
entendí de ello o más bien de lo que me tradujeron, fue que hay una gran
diferencia entre la duda racional, la investigación de la Verdad, el tratar de
encontrar la respuesta que elimine la duda, en el método que había aprendido
del conocimiento de las cosas, desde el análisis y la comparación, que es el
método griego u occidental, cuya representación y final es el Pensador de
Rodin.
Por otro
lado, está la Gran Duda, que va más allá de las respuestas, incluso cuando el
Pensador ha recorrido todas sus respuestas, apenas ha llegado a la puerta de la
Gran Duda. No hay conocimiento que permita resolverla, no hay respuesta, que
tan siquiera pueda realmente ser acogida o ignorada por la Gran Duda. Pero apenas
serán una gota de agua en el océano, la infinitud de respuestas encontradas, en
la investigación.
Cuando todas
las respuestas han sido encontradas, llega la desesperación, el encontrar la
seguridad de que nunca podrás encontrar la respuesta que falta, incluso, cuando
has encontrado todas las respuestas.
Solamente una
respuesta falta, pero llegado a ese punto, Shakyamuni se dio por vencido en la
búsqueda, había encontrado que no es en la búsqueda donde se podía encontrar la
respuesta que faltaba y que esquivaba su razón siempre, a pesar de su esfuerzo.
Sentando al
Pensador, se propuso y se comprometió: “A no levantarse, a que su
carne cayese a jirones descarnando sus huesos, a no moverse mientras un hálito
de vida anidase en su cuerpo, hasta encontrar la respuesta”.
Finalmente,
Shakyamuni no pudo resolver la Gran Duda, no pudo encontrar la respuesta, pero
pasados los días, se levantó Shakyamuni, dejando al Pensador y al Buscador, las
respuestas a Todo, caminando la Gran Duda, donde no había Shakyamuni.
Es suficiente
ser lo que se está siendo, para poder deshojar la Duda, para que la Gran Duda
se manifieste como Verdad, pues siendo lo que se es, todo lo demás se
manifiesta siendo: “Lo que Es, la respuesta a la Gran Duda”.
Siendo, se
es la Gran Duda, que no responden ni solucionan las respuestas.
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