BUSCANDO

          Tras una semana arreglando el ordenador, y falta de elección sobre qué escribir, al escuchar en las noticias otro abuso de una niña de 12 años por un grupo de jóvenes, he decidido escribir acerca de ello.

          El otro día, me invitaron a hablar a un grupo de personas, hablé de: “Buscando el Amor”. El comienzo fue, acerca de nuestra costumbre de buscar en los sitios equivocados aquello que deseamos tener: “Que nos lo den o en los demás”.

          Buscamos amor, que alguien nos ame, para poder tenerlo. Pero la Vida es Amor, nosotros somos ante todo Vida, no podemos tener el Amor que nos dan, sino el que somos. Por lo que buscamos inútilmente, transitar en una vida de amor entre las formas.

          El ejemplo es el del Banco: “Tenemos el dinero que ponemos en él, no el que hay. Si deseamos usar el que nos dan, hay que pagar con intereses y aceptar las condiciones en las que nos lo prestan”.

          Tratamos de solucionar los abusos, mezclando todo aquello que nos lo parece. Creamos leyes, para proteger al débil, al indefenso, al que no puede defenderse por miedos, o a aquellos que nos parece que hay que invadir su adaptación a la adversidad, a aprender que conseguir lo que deseamos no es siempre transitar por el camino fácil.

          Si miramos la personalidad de los abusadores, hay dos grupos principales, que destacan sobre los demás: “Los cobardes y los que viven protegidos por algo o alguien”.

          La seguridad de no pagar por lo que se hace, permite que abusemos, no importa lo que nos protege: “El Poder, el cargo, la situación, la debilidad del abusado, la fuerza que tenemos, los padres poderosos o ricos, … o el grupo formado por personas de esta índole, que llevan a uno, que no estando protegido manifiesta su cobardía al estar en el grupo”.

          El grupo, permite el abuso porque se protegen en su cobardía, para sentir que son algo, porque saben que no lo son. Su importancia es la de que pueden abusar de otros: “Siempre, porque son débiles, siempre, porque en su cobardía no son capaces de enfrentarse con ellos mismos”.

          Pero la protección la buscamos en las leyes, en la creación de un poder que nos obligue a hacer lo correcto.

          Protegemos a la mujer, haciéndola masculina, enseñando una imagen de mujer: “Tan fuerte y cruel como pueda ser un hombre”. Si dudamos, podemos ver la imagen de mujer que antes se reservaba para los sádicos u hombres sin principios, ni dignidad, en las películas y novelas, que son realizadas por mujeres.

          En la historia, hay muchas mujeres con poder que abusaron de quien pudieron, al igual que los hombres de poder.

          Pero la protección del débil, no solucionará nunca el abuso por quien es más débil aún, porque se esconderá y protegerá en el poder para ocultar su debilidad y aparentar fuerza.

          En la Historia, hay también un intento fallido de solucionar el abuso: “Samurais y Caballeros”, que en sus Principios estaba la protección del débil. Pero es, haciéndose débiles también donde se encontraba la solución, la erradicación del abuso porque: “Siendo todos débiles, es como se crea la Fortaleza sin Poder”.

          Los niños son abusados al igual que las niñas, los hombres son abusados al igual que las mujeres, los presos abusan de los presos. Porque no está en la necesidad, en la debilidad o en el género, ni tampoco en tener que demostrarnos nada a nosotros mismos, que se origine el abuso. Su origen está en desear el Poder, por no saber qué somos, por nuestra cobardía no aceptada, por no atrevernos a rechazar esa sobre-protección, que nos impide saber hasta dónde podemos llegar por nosotros mismos.