Es un tema
de estudio, el ver a nuestro alrededor, en nuestra historia, cómo hubo un
tiempo en que se besaba a una rata, una rana o un sapo, y teníamos a un
príncipe o princesa, a un gobernante, que vivía feliz con su pueblo y comían
perdices.
Hemos
progresado, hemos llegado a unos avances que nunca se pudieron pensar.
Podemos
besar a un político o gobernante, y se convierte en rana, rata o sapo, que vive
feliz, sin pareja, y sin necesitar que el pueblo también lo haga. Que además no
tienen que comer perdices, porque no saben si será una de las especies
extinguidas.
En
Escocia, como ahora no les interesa el resultado anterior, harán otro
referéndum. Probablemente, alcanzarán un resultado, que cuando no les venga
bien, celebrarán otro.
Hay uno,
que por conseguir convertirse en algo y vivir eternamente en la Moncloa, está
dispuesto a dejarse morrear por quien le ofrezca una posibilidad de ser el
mandamás. Le da igual en qué se tenga que convertir, y lo que coma el pueblo o
su felicidad. Porque lo importante es tener el poder, no lo que haya que ser.
Hubo un
tiempo en que los reyes, eran buenos, regulares o malos. Que escuchaban al
pueblo o quienes hacían lo que les daba la gana.
Cuando se
inventó la democracia, se dijo que el poder descansaría en el pueblo. Razón por
la que sigue durmiendo la siesta, para que su poder siga descansando y dormido.
Afortunadamente, la Rana ha croado y asegurado, que se dejará morrear por los independentistas y
los herederos de la inhumanidad terrorista, palmeros y aquellos que, con que
les paguen votan lo que haga falta.
Pero hemos
llegado al progresismo, nadie se convierte en príncipe o princesa por un beso.
Un beso, convierte a políticos y dirigentes en trileros, capaces de vender al
pueblo, pero no a precios desmesurados como lo de las treinta monedas, se
conforman con que se les diga que sí o les pasen la mano por el lomo.
Los
dirigentes vascos, enseñaron en guarderías, colegios, institutos y
universidades, que ser terrorista era la mejor profesión que podía aspirar un
vasco. Consiguiendo que los que no se graduaron como asesinos, lo hicieran como
palmeros o simpatizantes y silenciando a los que tienen capacidad de pensar. Hemos llegado a un punto, que no se mira en qué se
convierte algo con un beso, sino ser Judas, pero sin besar.
Los independentistas,
han abrazado la democracia de que hay que permitirles todo, que el gobierno de
España, tiene que gobernar como ellos aspiran a hacerlo, dirigiendo: abogacía
del estado, fiscalía y Poder Judicial, para pagarles todo el precio completo,
en el menor número de plazos posible. Porque es necesario, establecer la
Dictadura Republicana con la que llevan soñando tanto tiempo, en el que
solamente han podido abusar y robar, pero sin pasarse, porque no controlaban
absolutamente la Justicia.
Cuando
gobiernen, porque el Inútil, venda España por parcelas a los Dictadores, no
permitirán que nadie que no acepte y obedezca lo que se les diga, pueda vivir
en su República.
Se habla
de un referéndum, que será de cumplimiento obligado.
El
significado o la interpretación del acuerdo, es que: Serán independientes si
ganan, porque España aceptará un resultado irreversible. Si pierden, seguirán
controlando el adoctrinamiento y aborregamiento del pueblo, para que, dentro de
un tiempo, puedan convocar otro referéndum, y así hasta que ganen.
Como vemos, el progresismo, la democracia y la dignidad, han sido besadas y se han
convertido en españoles, de esos que dicen: “No me importa lo que opine o diga,
yo opino y digo lo contrario”.
Alguien,
es de suponer que no español, dijo: “Estoy en total desacuerdo con usted, pero
defenderé a muerte su derecho a decirlo”. Lástima que te dejan decirlo donde
nadie escuche y sin que puedas de ninguna manera, tratar de llevarlo a la
práctica.
No me
quejo de que un inútil crea que me puede vender, sino que crea que no tengo
valor, que no soy nada, solamente algo que no tiene opinión, ni derechos, que
puede ser abusado y violado, como precio a cobrar, por su venta.
No es democracia, pagarle
al pueblo por no dejarle opinar, violándole y abusando de él, por su indolencia
TODO en el universo tiene capacidad de enseñar algo pero no todo puede aprender. Pero en la consciencia, solo puede aprender quien puede enseñar. Nada aprende si no enseña.
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