El escribir evitarla y no trascenderla,
es por la gran diferencia que hay en ambas acciones.
Para evitar la existencia de la
dualidad, sólo hay una posibilidad: que nada nazca, que nada comience, que nada
viva.
Es evidente, que todo cuanto comienza
camina hacia su final, que cuanto nace camina hacia la muerte, al igual que lo
que vive.
Trascenderla en cambio, es la unión de
los opuestos al no discriminar las polaridades.
En una de ellas, es imposible que algo
exista, porque todo comienzo daría nacimiento a la dualidad, que si es evitada,
no podría existir algo que realizase la acción.
En cambio al trascenderla, abrazamos
ambas polaridades y somos las dos mitades que forman cualquier Todo, por lo que
somos comienzo y final en cada ahora, nacemos y morimos en cada ahora y vivimos
sin posibilidad de ser algo diferente a lo que somos, algo que solamente es
posible de ser pensado en la dualidad de las polaridades separadas, cuando nos
convertimos en observadores de lo que somos, de la Vida y pensamos que somos el
mismo que vivió ayer, el mismo que vivirá mañana.
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