El establecer el primer paso en una
convivencia, en una sociedad, establece los principios, las responsabilidades,
los derechos, la moral, y sobre todo hay que profundizar en los Conceptos y su
entendimiento, porque regirán la dirección de nuestro caminar.
El Amor, entendido desde ese amor
cristiano, que nos recuerda explícitamente que: Debemos dar de comer al
hambriento, de beber al sediento y ayudar al necesitado, probablemente es el
más aceptado incluso en tribus y culturas anteriores al cristianismo, cuanto
más en las culturas que han copiado o entendido el Amor, de forma adaptada o
parecida a lo escrito en la Biblia y cómo se ha traducido a todas las lenguas.
Pero lo que hace que ese primer paso
sea equivocado, es obvio: Hay que crear el hambre, la sed y la necesidad, para
poder amar. Y no lo digo en el sentido de lo físico, sino en el de las
necesidades: de la mente, las emociones, el alma y espirituales.
El primer paso lo hemos dado como
gente, deseando llegar como gente a la meta.
Los pasos dados, han sido crear la
necesidad en el pueblo, incluso la de ayudar, porque cuanto más le demos a los
pobres, más podrán robar los poderes y la indignidad, sin robarnos a nosotros
directamente, sólo necesitan mantener: hambre, sed y necesidad. Lo que nos ha traído
donde estamos, en el que hay incluso, los que encuentran la satisfacción de
ayudar a tantos necesitados.
Cuando la gente da el primer paso en
dirección a la Humanidad, sus pasos deben ser: No crear hambre, sed o
necesidad. Es natural que ellas nazcan por sí mismas, pero todos ayudaremos y
nos esforzaremos en que no controlen la sociedad en la que vivamos.
No hay ningún lugar en el Amor, donde
se pidan derechos, porque todos cumplen con su responsabilidad al realizar sus
funciones.
El Amor no es igualdad, sino
desigualdad, cada paso debe aumentar nuestras diferencias, al mismo ritmo que
nuestra aceptación de los demás.
En la Humanidad no hay responsables de
nada, sólo yo soy el responsable de realizar correctamente mi función, con
total independencia de lo que hagan los demás, pues son principios de
humanidad.
Porque no está la solución en desandar
el camino realizado, aunque a veces no se encuentre otra solución. Sino ser
conscientes de que la dirección en la que caminamos es incorrecta.
Afortunadamente para evitar contagios,
la Vida nos ha dado un camino único y personal a cada uno, no porque haya gran
cantidad de ellos, sino porque sólo existe Uno, el de la Humanidad.
Es importante el primer paso, pero
todos los que damos, lo damos por primera vez, como primer paso, siendo este el
que tiene que dirigirse en la dirección correcta.
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