En ellas, están las leyes naturales y
las que nosotros establecemos para poder compartir cuanto nos es ofrecido por
la Vida.
Pero nosotros, hemos encontrado algo
en la Ley que nos ha impedido vivir con nosotros mismos, estableciendo junto a
ese conflicto el conflicto con los demás.
La primera Ley fue, que podíamos
disfrutar libremente de todo. Únicamente no podíamos comer de un manzano, sólo
de uno de los miles que había en el Paraíso creado para que viviésemos, en Paz
y Amor con el resto del Universo.
Otra Ley que trató de solucionar el
conflicto, fue la de: “Amaos los unos a los otros”, y descubrimos el Amor
Libre, en el que Caín jodió libremente a Abel. Entendiendo que amarnos
libremente, es jodernos unos a otros sin consecuencias.
Desde un principio, la única Ley que
hemos respetado ha sido, que hay que establecer leyes para que podamos infringirlas.
No hemos podido permitir que en
nosotros nazca el respeto, la Dignidad, que hacen innecesario crear leyes y que
tengan que ser protegidas por fuerzas que las impongan.
El bien que tratamos de encontrar, es
principalmente la corrección de los males que hemos creado. Mientras soñamos con
que alguien nos llevará a un mundo en que la Ley del Amor: Amaos cada uno a
todo cuanto existe, será obligatoria, que seremos forzados a cumplirla, que no
podremos evitar el obedecerla.
Pero el Amor, es Libertad, libertad
para aceptar y respetar lo que somos, lo que son los demás.
Lo que impide, que el necesitar que
alguien haga leyes o nos obligue a respetar una Ley, sea una convivencia basada
en el Amor.
La Leyes Naturales, no son impuestas,
sino la explicación del funcionamiento Universal, en Armonía, en la que se
incluyen los cataclismos, los desastres, y la desaparición de estrellas y
galaxias, para nacer con una forma nueva que permita un nuevo Equilibrio de la
Armonía.
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