Porque en esos momentos lo más
importante para una tribu, para un pueblo, eran sus mujeres, que eran quienes traían
a los hijos, que sustituirían a los que morían, en guerras, por los animales, o
por cualquier otra circunstancia. Lo único importante en una tribu para no
desaparecer eran sus mujeres.
Lo siguiente más importante eran sus
frutos, los hijos que harían posible encontrar comida y enfrentarse a los
peligros, y que las otras tribus no las atacaran.
Buda, Jesús, Mahoma, Gandhi, los
Grandes Sacerdotes y filósofos, tuvieron discípulas, entre los mejores. No ha
habido época en la que no hubiese grandes mujeres en el poder o la cumbre del
conocimiento.
Fueron tratadas con las costumbres y a
veces con las necesidades sociales del momento. Pero la que demostró su valía,
fue respetada en el poder o asesinada, al igual que sucedía con los hombres.
Lo que nunca se ha establecido es la
igualdad entre hombres y mujeres, al igual que no la hay entre los hombres,
entre los reyes o los profetas.
Alguien decía en la radio o la Tv. que
su madre le había dicho que: “La cuna del niño se pone siempre al lado de la
cama de la madre, y que cuando se pusiese al lado del padre, se habría
conseguido la igualdad”.
Me pregunto si se pone la cuna en el
lado del padre y se despierta el bebé llorando, si el padre estará obligado a
darle el pecho, o tendrá que despertar a la madre para que lo haga.
Pero se me olvida, que para que no se les
estropee a las madres el cuerpo, ahora se les da el biberón, que eso sí lo
puede hacer el padre.
A lo largo del tiempo, hemos creado
derechos para los niños, para los hijos, para las mujeres, para los
delincuentes, para los asesinos, unas veces por malos tratos hacia los niños o
las mujeres, otras porque hay que presuponer la inocencia de los violadores de
la Ley y de otras personas, que se presupone que mienten y que a lo mejor
consintieron lo que les ha pasado. O que un padre le pega a su hijo por
deporte, o que un profesor o una persona adulta le castiga por divertirse.
Los resultados los vemos en la
cantidad de abusos y violaciones que son realizadas por menores, que el hombre
es siempre culpable mientras no demuestre lo contrario, a excepción de los culpables
que son inocentes mientras no se demuestre lo contrario.
Y es que los malos tratos, los abusos
y las violaciones, no se pueden circunscribir sólo a un tipo, sino que hay que
solucionarlas en sus raíces: Falta de respeto, carencia de dignidad, porque
hemos olvidado que existe el Amor.
Hemos creado una sociedad en la que
tenemos derechos, por ser una cosa u otra. Los únicos que carecen de derechos
son aquellos que hacen lo correcto, los que conviven respetando a los demás,
porque ellos serán abusados.
No importa si se es hombre, mujer,
niña o niño, los que hacen las cosas y viven como se supone que se debe vivir,
serán abusados y violados por los débiles que tienen derechos, y por los
fuertes y poderosos porque pueden hacerlo.
La sociedad justa no depende y sustenta
su Dignidad en los Derechos.
Porque la Justicia está, en la
Dignidad, Respeto, Amor y Responsabilidad de cada uno de sus ciudadanos.
El castigo sólo se produce, cuando el
abuso y la violación se ha producido. La Justicia vive, cuando no se produce el
hecho y es innecesario el castigo.
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