CABALGANDO EN LA NADA

          En nuestras filosofías, religiones y pensamiento, consideramos que nuestro vivir cabalga a lomos del bien y del mal, cada mitad de nuestro ser ocupando la mitad del lomo de la cabalgadura de la Vida.

          Durante nuestra historia, prehistoria y tiempos desconocidos, encontramos que hemos luchado contra el mal, confiando en ser salvados por un dios, al que necesitamos obedecer y ofrecer sacrificios y nuestras propias vidas.

          Probablemente encontremos algún día que no es sólo en la Tierra donde se dilucida nuestro vivir, en esa cruenta batalla, en la que hay un Bien y un Mal confrontados.

          Todo nuestro vivir, debe producir lo bueno y lo malo, para que el Bien y el Mal, puedan manifestarse como entidad, como algo que cobra existencia, sólo mientras dure la energía que le hemos dado.

          Eso al menos es lo que significa carecer de entidad propia, o algo que pueda recibir un nombre por sí mismo. Shakyamuni dice que el ego no la tiene y probablemente el Bien y el Mal, el Paraíso y el Infierno, no la tengan, al menos es lo que debería ser, si tenemos razón en que hay un momento, en el que retornaremos al Origen, a Dios, al Ser, o que todo será Buda.

          Cuando decidimos que Dios, la Vida o la Naturaleza, nos creó con Libre Albedrío y Libres, cuando consideramos que es lo que da vida a nuestra Naturaleza. Obviamente, no podemos cabalgar arrastrados por la Dualidad del Bien y el Mal, teniendo que mantener una guerra cruenta en la que uno de los dos sea destruido.

          Nuestra Libertad debe llevarnos a cabalgar a lomos de la Nada, donde, con nuestro Libre Albedrío creemos la energía que pueda permitir manifestarse al Bien o el Mal, o ambos entrelazados y ocupando un mismo espacio.

          Ambos al carecer de Entidad Propia, sólo podrán manifestarse mientras nosotros les demos energía para manifestarse.

          Sería la Responsabilidad de mantener la Dualidad, mientras les demos vida, y que al hacer y manifestar la Naturaleza que somos correctamente, la necesidad de luchar y crear la Dualidad, nos permitiría el retorno a manifestar lo que siempre hemos sido: El Ser, Vida, Dios, Buda, porque siendo estos Conceptos el Todo, es nuestra responsabilidad dejar de crear la dualidad, que le impide manifestarse en nosotros.