No hablo de personas que se quedan
embarazadas a la fuerza, que peligra su vida y no lo sabían antes de quedarse
embarazada o que por circunstancias sobrevenidas, el tener descendencia, podría
causar peligros, que no inconvenientes, a su vida.
En otras ocasiones he escrito que la
mejor manera y la más simple de solucionar un problema es: No crearlo.
En una sociedad en la que se enseña
sexualidad, cómo se fabrican los niños, que el sexo irresponsable puede tener
la consecuencia de crear una nueva vida, debería de haber casos en los que el
problema es: La irresponsabilidad del adulto, no la del feto de venir sin ser
deseado.
En una sociedad en la que hay muchas
parejas que no pueden tener hijos, muchas parejas que quieren adoptar, una
sociedad, que a veces tiene que traer personas de lugares donde hay demasiadas,
porque hace falta en ellas.
Deberían de buscarse, soluciones para
todos y no para ocultar la irresponsabilidad de algunos, pagada por todos.
Dicen en las noticias, que en Castilla
y León, van a explicarle a quienes deseen abortar, qué es lo que van a hacer. Qué
es lo que van a asesinar. Algo que obviamente les confrontará con su
irresponsabilidad en muchos casos, pues hay veces que las circunstancias harían
esto innecesario.
El gobierno, se rebela a que un
ciudadano, sepa lo que va a hacer y decida aceptando la responsabilidad de lo
que va a hacer: Asesinar un feto, porque la Ley lo permite y hace que todos los
ciudadanos paguen por medio de la Seguridad Social la destrucción de una vida
en gestación, creada por quienes quieren destruirla desde la irresponsabilidad
al crearla y la irresponsabilidad de destruirla, amparados en que es gratis y
Legal.
Decirles y explicarles lo que van a hacer,
creo que no es infringir la Ley, sino algo que deberíamos conocer en muchas más
circunstancias de nuestra vida, para aprender a ser responsables de nuestras
acciones y de sus consecuencias.
Hay veces que la aberración y la
destrucción de una vida, es justificable dentro de nuestra falta de humanidad y
pocas veces incluso desde ella.
Nuestro desprecio por la Vida, nos ha
permitido destruirla: en bosques, mares, en el aíre y en nuestras sociedades
carentes de la necesaria humanidad, toda Ella indefensa y aceptando nuestra
ignorancia desde su amor.
Destruir un feto, es simplemente el
mismo egoísmo que nos ha permitido destruir cuanto hemos considerado innecesario
para nuestro bienestar, poder y libertad. El resultado: Plantas, peces y carne
con plástico, especies que desaparecen, mala calidad del aíre, mala calidad del
agua, aceleración del cambio climático, guerras que duran milenios, destrucción
de quienes no piensan como nosotros y convertir en esclavos a cuanto nos
alimenta.
Menos mal, que al final los niños
serán fabricados en laboratorios y probetas y podremos elegirlos y como son
productos fabricados, podremos hacerlos con fecha de caducidad o cambiarlos por
modelos más modernos.
Siendo nosotros en ese momento, los que se les ha permitido crecer.
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