Obviamente, lo único que deseábamos
era comer de ese fruto, sin que nos importase la gran variedad de alimentos,
que nos eran ofrecidos por la Justicia: Libertad,
igualdad, respeto, armonía, humanidad y sobre todo, ser los creadores del
Paraíso Universal.
Comido el fruto, sólo quedaba un
camino, expulsarnos y establecernos en la tierra de nuestro hogar: la Tierra. Las
ansias de alimentarnos de Poder, nos ha llevado a establecer Leyes: Para la
tierra, para las aguas, para el aíre, para nuestros cuerpos, emociones y mente,
que nos limitan la Libertad por no saber mantenernos en la Justicia.
En nuestros días, hemos llegado a
creer que el sueño de Justicia, se hará realidad sólo si todos soñamos que los
demás la sembrarán, regarán y abonarán y podremos vivir y existir de nuevo en
su Paraíso.
Sin darnos cuenta, que la Justicia no
tiene Leyes, sólo se manifiesta en la Corrección, en el bosque que hemos talado
de: Libertad, igualdad, respeto, armonía, humanidad. Paraíso Universal, que
hemos talado, en lugar de cuidarlo.
Que la Justicia, no puede ser
sembrada, que no existe su Paraíso, sino que le daremos existencia cuando
seamos capaces de sembrar en nuestro bosque, en nuestro corazón, esos árboles y
plantas, que permite volar, caminar y calmar la sed a la Justicia.
Somos nosotros el Universo, el fruto
de la Justicia, que no puede tener Poder, al igual que Dios sólo puede existir
si le dejamos existir en nosotros, la Justicia existe si le damos Vida en
nosotros, manifestando en nuestro vivir, todos esos árboles y frutos, que nos
negamos a comer, para hacerlo del árbol del Poder, que la Justicia nunca comió
ni creó, fruto de nuestra ambición, ignorancia, cobardía e Indignidad.
No son las Leyes: de paz y cómo se
debe combatir en las guerras, de violencia machista o feminista, de los
castigos a los violadores de las Leyes establecidas, de que el Poder controle
la creación, administración de leyes y su aplicación y Poder Judicial, la
Justicia, ya ha muerto cuando se hace necesario que el Poder enforce el
cumplimiento de estas Leyes, que amparan y protegen su continuidad en el Poder.
El fruto natural del Poder, es el
abuso y violación del débil. No importa cómo se explique o se vea el Poder. Las
Leyes, la ética, las costumbres sociales, la enseñanza, lo bueno y lo malo, siempre estará
definido y dirigido desde el Poder, sin importad el tipo de poder o quién lo ejerce.
Se abusa y viola, desde la fuerza y el
Poder, al débil o al indefenso, en todos los estamentos sociales.
El hombre usa su fuerza física, la
mujer su flexibilidad y capacidad de adaptación. Los Poderes económicos,
intelectuales, armamentísticos, alimenticios, mineros o de cualquier tipo, usan
la necesidad de los demás, para ejercer su abuso y violación de la libertad de
los necesitados.
El Poder, sólo puede sobrevivir en una
sociedad de Cobardes, donde unos cobardes abusan y violan a los que se sienten
débiles y se acobardan para defenderse. Guardando silencio o haciendo real la
ejecución de la cobardía de los poderosos.
La Justicia, no crea necesidad para
abusarla y violarla. La Justicia, nos crea Iguales y todos Diferentes, para que
el puzle manifieste la cara de la Humanidad.
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