No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

jueves, 12 de enero de 2023

ENCONTRAR

           Durante años, apenas he dejado que quienes vienen a tratamiento, me contasen sus problemas, antes de que yo, les diagnosticase y explicase lo que veía y el por qué tenía los problemas.

          Sólo entonces y si lo han creído oportuno, me han explicado los motivos de venir.

          Como os he comentado en varias ocasiones no tengo estudios, menos aún de medicina. De enfermedades apenas las conozco y desde la okal, la penicilina y el piramidón, desconozco las medicinas, incluso los nombres.

          Parece que es difícil decirle a alguien desconocido, sus problemas al mirarle los pies. Pero para mí no ha sido nunca el decirle el nombre de la enfermedad lo importante, sino el posible origen de los problemas. Obviamente, cuando ha venido con problemas generados durante años, es porque desconocen su origen. Por lo que prefiero equivocarme yo, que veo algo diferente a lo que esas personas ven en sí mismos, y pienso que contarme el porqué de sus problemas, no resolvería el caso, que obviamente, debe apoyarse en el cambio personal, el cómo ve la vida, el cómo se ve a sí mismo.

          Pero es el caminar que tenemos hoy día: Contamos nuestros problemas, los síntomas, y nos mandan la misma medicina que a cualquier persona que tenga esos síntomas y parezca que ha desarrollado la misma enfermedad.

          Todos somos diferentes, cada uno somatizamos las vivencias de forma diferente, y a veces el llegar a un mismo lugar, no podemos o no lo hemos hecho, siguiendo el mismo camino, las mismas jornadas, con el mismo propósito.

          Pero nos hemos acostumbrado, a que nos interesen las cosas personales. Saber exactamente cómo y qué han conseguido. Los sentimientos, dificultades, experiencias y todo cuanto esa persona ha vivido.

          Creemos que si tomamos la misma medicina, nos hará el mismo efecto. Si alguien que ha tomado una medicina tiene los ojos azules, nosotros la tomamos soñando con tener los ojos azules.

          Pero somos diferentes, incluso usando su ropa, peinado y calzado, recorriendo el mismo camino y pisando en sus huellas, lo que encontraríamos y alcanzamos, será siempre diferente.

          Compartiendo un mismo zumo y bebiendo del mismo vaso, nos sabrá diferente.

          No por ello hay que dejar de preguntar y escuchar, pero a veces no hay necesidad de conocer todos los detalles, porque lo que nosotros viviremos si decidimos seguir al pie de la letra, lo que nos han dicho, será diferente.

          A veces cuando leemos un libro, sobre todo, de prácticas y experiencia espirituales, tenemos la mente tan llena de lo que tenemos que hacer y lo que vamos a encontrar, que perdemos todas nuestras vivencias y la mayoría de las veces, si encontramos la experiencia que nos contaron, es una experiencia falsa, creada por el deseo y la mente.

          Es importante escuchar, pero para ampliar nuestras propias experiencias, no para convertir las experiencias ajenas en nuestras.



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