LA LEY DE PROTECCIÓN ANIMAL

          No creo que nadie en nuestros días, diga que hay algo en el Universo que no tenga sus Derechos, para existir siendo lo que es.

          Tampoco, aparte de abusadores y violadores, hay alguien que diga que los animales y las plantas, son para desahogar nuestras frustraciones o para ser usados como esclavos.

          Pero a pesar de nuestro amor por animales y plantas, hemos destruido su hábitat, hemos destruidos los bosques, las selvas y aquellos árboles y plantas, que hemos sobreexplotado.

          No siendo diferente a lo que hemos hecho con nuestra humanidad, con nuestra Dignidad o forma en la que expresamos nuestro amor.

          Al igual que todo cuanto vive, necesitamos alimentarnos, de otras formas de vida, que manifiestan la misma Vida que somos nosotros.

          El equilibrio del Universo, es necesario, porque hay muchas individualidades, que deben coexistir, manifestando un Universo en el que todas ellas, manifiesten su Naturaleza Libremente, dentro del respeto y aceptación entre ellas, para obtener ese equilibrio.

          La Ley prohíbe el sufrimiento animal, su explotación para intereses económicos, su encierro en zoos, que no deben usarse en trabajos o situaciones que les estresen y una serie de cosas, que me ha hecho pensar en mi niñez y juventud.

          Recuerdo los llantos, el estrés que me causó ser llevado a la guardería, o ser obligado a estudiar y aprender cosas que no conocía, ni veía su necesidad. Tras ser obligado durante años a aprender cosas que me preparasen para trabajar, fui obligado a vivir encerrado en una fábrica, obedeciendo y haciendo lo que me decían. Lo que me obligó a madrugar, levantarme cuando no quería, vivir estresado, sintiendo que era explotado por mi familia y la sociedad, que se nutrían de mi esclavitud.

          Algo que me hace comprender a los toros usados en las corridas, los dromedarios usados en cabalgatas y tantos animales usados desde la remota antigüedad, para nuestro beneficio: Bueyes, búfalos, caballos, burros, que eran obligados a llevar cargas pesadas y trabajar sin descanso, para beneficiar a guerreros, comerciantes y agricultores.

          Los burros, prácticamente se están extinguiendo, pues al no tener utilidad, nadie gasta su dinero para mantenerlos. Que será el mismo camino de los dromedarios, animales de circo, toros de lidia, y cuantos animales se exilien de la convivencia con el hombre, que significa trabajar y ayudarse mutuamente.

          El abuso y violación, no es algo que se hace a la debilidad de las mujeres: Niños, hombres, mujeres, animales, plantas, mares, subsuelo, aíre, atmosfera y cuanto existe en la Tierra, es explotado, abusado y violado, por nuestra Indignidad, que ha erradicado la condición de humanos en nuestra convivencia con la Vida.

          Hemos arrasado bosques, para construir: Pueblos, ciudades, carreteras, huertas, parques, y cuanto sirve para nuestra superioridad con lo que nos rodea. Lo que ha destruido el hábitat de animales y plantas, de quienes sólo nos importa las plantas de nuestros jardines y casas y nuestras mascotas.

          Nosotros sufrimos al adaptarnos a vivir en la sociedad, las plantas sufren para adaptarse a vivir en las condiciones que nosotros les creamos, los animales sufren para vivir en la Tierra que estamos creando. Las condiciones que hemos creado, hacen sufrir a cuanto tiene que vivir con ellas.

          El respeto, por animales y plantas, no está en reducirlos a una existencia, que los lleve a la extinción o a su conservación en parques protegidos, para que no se extingan.

          Las plantas sufren un gran estrés cuando pensamos en podarlas, cuando pensamos en cortar las flores, o en hacerles algo que no saben lo que será. Sólo necesitan que lo pensemos, para estresarse.

          Los animales, que son criados sin libertad, sin respeto, sin poder vivir sus vidas, para ser sacrificados como alimento, se estresan y sienten terror, cuando perciben que otros están siendo asesinados. No importa los métodos que se usen, ellos presienten la muerte y sienten el terror, por mucho que pensemos que su muerte es necesaria.

          Plantas obligadas a crecer, a ser intervenidas para mayores producciones, aisladas de otras plantas que permitan su evolución, su adaptación a las condiciones. Que sólo se cuidan para que sirvan de alimento, sin respeto o amor por ellas, sólo el beneficio que reportarán es importante y si no hay beneficio, dejarán de plantarse.

          Los animales enjaulados o criados en espacios reducidos, masturbados para obtener crías que permitan obtener más beneficios. Condenados a no ver o tener pareja de su especie, a estar en una jaula para aprovechar los huevos, privadas de gallos que los fecundarían.

          Mascotas que las tenemos porque al no recibir cariño y satisfacciones de las personas, o por nuestros miedos a relacionarnos, preferimos su fidelidad. O bien porque nos permiten desahogar o rellenar nuestras frustraciones.

          El Respeto y Amor, por animales y Plantas, no proviene de una Ley que nos diga que es mejor que se extingan, a que los usemos para obtener un beneficio o que les demos un trabajo y el orgullo de ayudarnos. El Respeto y el Amor, nacen de tener Dignidad en nuestro vivir, nosotros, cada uno, para al menos igualarnos con los animales y plantas, que se entregan siendo lo que son, a nosotros.