La política la tenemos, en dos bloques
enfrentados por ser los que controlen al pueblo. Al igual que dos ojos, dos
piernas, dos brazos, dos pulmones la cara y el culo.
La diferencia está en que cada una
quiere ir en una dirección, controlando la totalidad del cuerpo social. Ninguna
de ellas, tiene en cuenta la dirección en la que debería ir, cómo debería
hacerlo y por qué sería la dirección correcta.
Eso es lo que debería marcar la
religión, por lo que sería necesario que ambas, trabajasen y funcionasen, para
el bien del cuerpo social o todo lo que vive y existe en la Tierra, por lo
menos, de forma coordinada y decisiones equilibradas.
Pero la política ha encontrado dos
métodos de controlar al pueblo: Mantenerlo como niño, siendo el que toma las
decisiones y obliga al niño a hacer lo que se le ordena, ejerciendo como padre,
que lo sabe todo, que decide todo, y el niño sólo tiene que obedecer y no
pensar, porque el resultado de la rebelión sería el orfanato sin posibilidad de
ser adoptado. Es al menos lo que pienso trata de hacer la extrema izquierda, que
por medio de diferentes engaños, parece a veces que trata de hacer lo que
necesita el pueblo.
Su historia recuerda que en un
principio quiso ser el poder absoluto, eliminando la religión y estableciendo
una enseñanza que adoctrinase a obedecer y defender lo que se les dijese. Rusia
y China, tuvieron que recobrar la religión, tratando de dar algo de equilibrio
a su satrapísmo, donde el pueblo sólo era la obediencia ciega de su voluntad.
Cuando la izquierda es un extremo, es
obvio que el otro es la derecha. Que trata de establecer un gobierno, que trata
de mantener al pueblo como adulto. Que le lleva a obedecer al poder, para
mantener su estatus y posición. El capitalismo, nos da oportunidad de cambiar
nuestro estatus y posición, al menos aparentemente. En la izquierda están
aflorando los mayores capitales particulares, que no son de ahora, sino que es
cuando salen fuera del mundo comunista o de la izquierda.
El conformismo, el que me quede como
estoy, recibiendo lo suficiente para llegar a fin de mes, y estar obligado a
obedecer para vivir el mes siguiente, es la forma de obediencia ciega. La derecha
no abandona todo a su poder, manteniendo la religión, que nos recuerda los
principios de convivencia y que somos algo más que nadas perdidas en Universos
infinitos, como nos recuerda la ciencia. Teniendo en ello, algo más de
equilibrio, pues hay que recordar que tratan con personas adultas.
El conflicto de ambos poderes, es que
hay una edad intermedia: La Juventud, que se tiene tras la mayoría de edad y en
la ancianidad, cuando se comienza a recordar y usar lo aprendido.
En la derecha, la juventud es de
extrema izquierda, pues presiente el engaño, pero sin conocimiento de cómo encontrar
equilibrio. Los ancianos, la mayoría se hacen viejos, los otros tratan de
encontrar el equilibrio, buscando la humanidad y la convivencia.
En la izquierda, la juventud es de
extrema derecha, presintiendo el engaño, pero sin
conocimiento de cómo encontrar equilibrio. Los ancianos, la mayoría se
hacen viejos, los otros tratan de encontrar el equilibrio, buscando la
humanidad y la convivencia.
Porque no es la política, la que
encontrará el método de convivir con Dignidad, niños, jóvenes, adultos y
ancianos, pues en una sociedad humana, no tiene cabida lo viejo. Sólo el pueblo,
puede hacerlo.
El método, que podría conseguirlo
sería la Anarquía, pero desde luego no la de los anarquistas que conocemos,
sino la de la Responsabilidad Individual, que en lugar de Gobierno, sólo
necesite los coordinadores que aúnen los esfuerzos, para beneficio de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario