La suma de dos más dos, son cuatro,
pero no sabemos qué. En el cálculo de la superficie de un triángulo, cualquier
triángulo que tuviese la misma altura y base, tenía la misma superficie,
incluso con diferentes alturas podríamos encontrar triángulos con la misma
superficie, modificando la base.
Nos sirvió para encontrar usos útiles
para vivir en la Tierra. Pero los cálculos acerca de la Vida, eran casi siempre
inexactos, a pesar de que alguna vez, sonó la flauta y creímos que nuestros
cálculos eran correctos.
Los cálculos de probabilidades, los
indeterminados por la acción cuántica o los números negativos, han sido nuevos
intentos matemáticos para tratar de explicar lo que es la Realidad de la Vida.
Tratamos de encontrar el origen, el
punto cero donde nuestro Universo tuvo comienzo. Pero el encontrar el origen de
algo, sólo llevaría a plantear el problema de: ¿Dónde, Cómo y Por Qué?, se
originó ese origen.
Y es, que la Vida es una simple formulación
matemática. Ella suma, resta y opera con cuanto se ha hecho y dejado de hacer
con lo que hay ahora, la intencionalidad, el deseo, los propósitos y cuantos
pensamientos y emociones se han originado, que en el Ahora, sólo se manifiestan
potencialmente al no haber tiempo, ni espacio en el Aquí.
Y las operaciones determinan cómo debe
ser el nuevo ahora. Pero no hay fórmula, no hay algo que pueda hacer los
cálculos, que pueda corregir el resultado. Por lo que el resultado es siempre:
Correcto y Equilibrado con cuanto Existe o no Existe. Los chinos, para cubrirse
las espaldas dijeron que era el Equilibrio del Yin y del Yang.
Si tenemos en cuenta que la Vida, no
sabe ni chino, ni que existan los chinos. No sabe que haya algo llamado Yin o
Yang. No sabe de la existencia de los números o letras, operaciones
matemáticas, ecuaciones, fórmulas o algo que tenga que calcular para saber que
el Ahora, tiene que ser como Es.
Porque es que nuestras matemáticas,
dan resultados concretos, que permiten que nos engañemos a nosotros mismos.
Sólo hay que hacer operaciones que nos den el resultado que buscamos.
Un constructor compró un solar de un
millón de metros cuadrados por internet. Espacio Abierto, ampla visión del
cielo, con agua, aíre puro, y un millón de metros cuadrados de superficie. Quería
construir viviendas sociales para todos los pobres.
El terreno, era de un milímetro de
ancho entre la Tierra y una galaxia cercana a la Vía Láctea. El resultado es
que la Vida, decidió que los pobres siguiesen viviendo donde vivían.
Podríamos culpar a la Vida y sus
matemáticas, pero en realidad es la inestabilidad de la base en la que
construimos nuestro futuro, la que es responsable de los resultados tan poco
esperanzadores, que la Vida nos presenta.
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