Siempre tenemos lo suficiente para
vivir en este ahora, porque es el resultado creado con lo que hemos vivido, nuestras
acciones y omisiones.
El hecho de repartirlo desde el ego o
desde la ambición, tiene varias vertientes en su resultado.
Podemos repartir en partes iguales,
pero las necesidades reales de cada uno son diferentes, lo que creará
diferencias y resentimientos, al considerar que tenemos poco o mucho.
Podemos repartir por obediencia a los
fuertes, con lo que si no son justos, seremos discriminados recibiendo
generalmente menos de lo que necesitamos, resultando en que ellos tendrán más
de lo que necesitan.
Es el equilibrio de la Vida, que no
sobra o falta nada, en cada ahora.
La Vida hizo el reparto, considerando
que Todo era de todos. Para ser usado correctamente por quien lo necesitase. Obviamente,
si nos comemos el fruto, lo natural es sembrar las semillas, lo que hará
posible que alguien pueda usarlo en otro ahora.
El problema de la Vida no es que falte
algo, sino, que para que se tenga más de lo necesario, tiene que haber quien
tenga menos.
Durante años, en las personas que han
venido a tratamiento, cuando les hablo de gratitud, todas las personas dicen
serlo.
Pero muchas comen sin masticar, por lo
que comen más de lo que necesitan, y menosprecian a quienes criaron los
alimentos, a quien cocina, a los alimentos que se entregan para paliar nuestra
hambre, y al resto del Universo que hace posible mantener nuestra vida con la
vida de lo que comemos.
Otras comen distraídas, por lo que no
saben qué están comiendo, ni si lo están haciendo, necesitando más alimentos
para satisfacer su hambre, al no aprovechar lo que han tragado.
Eso crea el hambre en nuestro vivir,
unos porque se sienten insatisfechos y comen más de lo que necesitan. Otros porque
en el equilibrio de la Vida, se han quedado sin alimentos que comer.
Las palabras, lo escrito, no es algo
literal, pero que ineludiblemente son las consecuencias del equilibrio en la
Vida: Mucho-poco, es un equilibrio, suficiente, es el equilibrio que permite
poseer todo, cada una de las individualidades.
El otro equilibrio es el de aportar a
la Vida, cuanto necesitamos, para que desde el respeto por los demás, tengamos
el respeto de todos por todos, para que el equilibrio cubra la entrega de la
vida, que necesitamos para vivir y hacer que esa Vida sea manifestada por
nosotros, respetándola, sirviéndola y amándola.
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