No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

miércoles, 24 de mayo de 2023

ARGUMENTAR

           Cuando leemos o nos dicen algo, obviamente, lo que entendemos es lo que creemos que nos dicen.

          Podemos discutir sobre lo acertado o equivocado de lo que hemos entendido, pero sólo encontrando la respuesta en nuestro entendimiento, podremos estar de acuerdo o en desacuerdo, con lo que cargamos a la otra persona.

          Para llegar a vislumbrar o incluso entender lo que otra persona nos dice, está la argumentación.

          Si damos nuestra opinión sincera, la otra persona si también es sincera y sabe de lo que habla, podrá razonarnos qué ha escrito o dicho y explicar el porqué.

          Si en lugar de oír o leer las palabras, escuchamos lo que nos dicen, es seguro una visión o habrá matices que no habíamos percibido al mirar el paisaje o el momento de la vida del que argumentamos.

          Cuanto más, demos nuestra visión, más aportaremos a la otra persona, de lo que se puede ver de algo desde el lugar en la Vida que manifestamos. Sin importar equivocación o acierto, ofreceremos a la otra persona, algo que aportar a su conocimiento o al menos lo que no necesita aportar. Dependiendo exclusivamente de si escucha o simplemente oye lo que decimos.

          Al mismo tiempo si nosotros escuchamos, podremos aportar a nuestra visión lo que nos es posible, porque habremos entendido lo que nos están diciendo al menos hasta donde nos es posible, conocimiento y visión ajena y por tanto diferentes de la nuestra.

          Algo que nos permitirá, aprender o aportar a nuestra visión parte de lo que hemos recibido nuevo en nuestra información de la Vida que percibimos o deberíamos percibir, para manifestarla dentro de nuestras posibilidades.

          Y saber lo que no debemos o podemos aportar o tiene cabida en nuestra visión de la convivencia.

          Escuchar y argumentar, no quiere decir que tengamos que tratar de aportar a quien se niega a escuchar o quien sólo trata de decir cosas sin pies ni cabeza, sólo con el ánimo de continuar conversaciones de una revista antigua, llamada la Codorniz, que tenía una publicación llamada: “Diálogo para besugos”, que es dos personas hablando de temas diferentes, sin escucharse y prácticamente sin siquiera oírse.

          Como he escrito últimamente acerca de encontrar la Gran Duda, no se trata de desconfiar o dudar de algo, sino escuchar todo, porque es donde se encuentra la Voz del Maestro. Ese que nos dirá la Verdad cuando estemos preparados. Mientras, es el momento de leer, de escuchar profesores que nos digan su visión, para escuchando llegar a poder escuchar a nuestras orejas, que es donde habla el Maestro.

          Pero sólo las usamos para el sonido de nuestro entendimiento, de las palabras que nos son conocidas, de las cosas que nos son agradables o estimulan o excitan.

          Pero escuchar la Verdad que nadie puede decirnos, ni tan siquiera el Maestro puede revelarnos nuestra Verdad, sólo desde la Gran Duda, es posible encontrarla, cuando nadie escuche las palabras que reciben los oídos.



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