Recorriendo incansablemente caminos,
olvidando que como dice el poeta: “Caminante no hay camino”, tratando de llegar
a esos lugares, a esos logros que nunca podremos llegar, porque: “Se hace
camino al andar”.
Pero desgraciadamente y para nuestra
fortuna, no importa lo que caminamos, tampoco si corremos o dormimos, siempre
permanecemos aquí. No importa: “Y al volver la vista atrás”, sólo podremos ver
lo que no hemos vivido, porque lo vivido realmente, es lo que hay en ese aquí,
del que no podemos salir: “Se ve la senda que nunca volveremos a pisar”, nada
vuelve o se repite en la Vida, sólo nos permite vivir el ahora, existir aquí.
Porque nuestra vida, nuestro vivir,
son: “Caminante son tus huellas el camino”, la Vida, esa que nos permite vivir,
al igual que el camino caminar.
Pero somos al caminar los que hacemos
el camino, los que al vivir hacemos la Vida.
No es importante el camino, sino
nuestro caminar y hacia dónde nos lleva, porque ese es el final del camino: Lo
que somos ahora.
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