Obviamente cuando estamos dentro de nuestro
hogar, nos asomamos por las ventanas, balcones o incluso desde la terraza, para
ver lo que hay fuera.
Cuando estamos fuera, nos asomamos por
las ventanas de nuestro hogar o de las casas ajenas, para ver lo que hay
dentro.
Pero nuestro Hogar, nuestro Verdadero
Hogar, es el Universo, la Vida, que no tienen ventanas, que no tienen muros,
que no tienen nada que los separe o muestre un fuera o un dentro.
Es un Hogar esférico, transparente al
no haber separaciones y sin embargo sus paisajes, cambian según la ventana
desde donde miramos. El cambio, no necesita que miremos desde una ventana
diferente, o que lo que se ve desde la ventana haya cambiado tan siquiera. Simplemente
es necesario mirar en otro ahora, incluso inmediato, o la visión cambia sin
dejar de mirar, con el movimiento del tiempo.
El paisaje que se ve desde nuestro
hogar, siempre es el mismo, sin cambio, sin tiempo, sin ni tan siquiera estar
nosotros mirando o independientemente de lo que veamos.
Sin embargo, creemos que lo que puede
verse desde la ventana es lo único que hay: Lo que estamos viendo nosotros. Obviamente,
estamos mirando desde un edificio con muros, con ventanas y azoteas, donde
existimos en el interior o en el exterior del hogar.
Nadie puede decirnos qué es lo que se
ve desde la ventana del Hogar, y la mayoría de las veces si alguien nos pudiese
decir lo que se ve, tendría que recurrir a lo que dijo Rinzai: Si alguien
pregunta por lo Absoluto, responde desde lo relativo. Si pregunta por lo
relativo, responde desde lo Absoluto.
Qué mejor manera de responder a algo
profundo, inexplicable, cercano a lo que podemos ver desde el Hogar, que
responder con bromas, chistes o respuestas incoherentes. Porque sólo quien lo
ve, podrá saber lo que se le dice.
Nos pasamos la vida asomados a la
ventana, como aquellas muchachas castas de otras épocas. Sin embargo sólo somos
capaces de ver nuestros sueños, nuestros deseos, incluso lo que alguien nos
dice que puede verse, sin ser capaces de mirar y ver la Vida, el Universo, que
sólo podemos percibir, ver y existir en ellos, gracias al regalo de la
Dualidad, que no impide que el Universo no tenga separaciones, permitiendo sin
embargo que podamos vivir y dar sentido a la Vida y al Universo, que sin nadie
que pudiese mirarlo y verlo, sólo sería Nada.
Pero mirar el Universo, no es fácil,
pues sólo los niños lo ven, y hablo de infantes. Pero se necesita ser adulto
para verlo desde el Amor, pues es lo que debemos poner como cristal en la
ventana, si queremos ver el Universo o la Vida.
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