Quien la dijo, escribió o explicó,
dejó subyacente y para el entendimiento de quien tuviese interés en entender
más allá de sus palabras, que la Dualidad observada por él, que las dos mitades
nombradas por él, que la individualidad que él había imaginado dos mitades,
obviamente no había sido su individualidad, sino una diferente externa o
interna, dentro o fuera de la suya.
Se refería en sus explicaciones a
cualquier realidad o individualidad, que existiese o pudiese imaginarse: Todas
ellas tienen dos mitades, y estas además son opuestas, si es que se quiere que
sean solamente dos, en las que cada una sea una individualidad.
Pero como dijo, estas mitades son inseparables
y tienen que estar y permanecer, siendo una misma individualidad inseparable e
indivisible.
Esto que aplicamos a tantas cosas,
sólo tiene un inconveniente. Cuando tratamos con lo Absoluto del Todo.
Siendo Absoluto, no podemos situarnos
en una posición o espacio desde donde podamos contemplar su individualidad,
pues somos su individualidad también.
Nuestro subterfugio es que formamos
parte de Él, pero la Dualidad no habla de formar parte, donde sólo se admiten dos
mitades, que además no forman parte, sino que son esa individualidad cuando no
hay nada que pueda observarla y pensar que tiene dos mitades, o que incluso hay
algo.
Son nuestros conocimientos, nuestra
mente, la que ha decidido y creído que hay un Absoluto, pero que nuestras
explicaciones, se pierden entre determinar si somos parte o somos
Individualidad. Y pienso que hay una gran diferencia entre ser algo y formar
parte de él.
En cuanto a la dualidad, no
encontramos problemas para explicarla. Pero otra cosa es la Dualidad del
Absoluto, pues cómo ha podido nacer, sin que haya algo fuera que la encuentre o
la geste.
Incluso encontrar que algo es
Absoluto, es imposible para Él mismo. Menos aún podría encontrar que tiene dos
mitades.
Pero en nuestro pensamiento, si todo
las tiene, si es nuestra forma de ver el Universo y entenderlo: ¿Por qué no va
a ser así el Absoluto?
Nuestro error está en que nosotros
somos el Absoluto y por tanto no podemos percibirlo, menos aún encontrar que tiene
dos mitades que no pueden ser separadas.
Es la Abstracción, el Concepto
derivado del conocimiento del Universo, el que nos ha llevado a explicar lo que
refleja nuestro Ser, porque obviamente no hemos podido conocer al Absoluto, si
no es por el reflejo de su Dualidad.
La Dualidad es algo inherente y de
obligatorio nacimiento en un Universo, en el que nuestra mente explica lo que
es, en la búsqueda de lo que Es, que es: “Lo que somos”.
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