La primera vez que escuché a mi Maestro decir estas palabras, quedé extasiado. No las entendí, pues no sabía japonés, pero imaginé que sería una de esas fórmulas que dicen los Maestros, que hacen que veas la luz.
Un día tradujeron el significado que
según dijeron era: Aquí y ahora. Tras escucharlas casi a diario, y varias veces
muchos de los días, llegué a la conclusión, de que mi Maestro las decía cuando
no entendía la pregunta en inglés o simplemente no sabía qué decir.
Porque, cómo podríamos hacer algo, si
no es ahora o estar en un sitio aparte de aquí.
Podríamos viajar en el tiempo como en
las películas o los libros antiguos, y seguiríamos viviendo ahora, porque es
algo que no podemos evitar. Si estamos pensando en un lugar lejano, en el
pasado, o creemos estar en un tiempo y espacio, solamente serían el aquí y
ahora donde estamos viviendo. No cambiaría nada.
Comencé a pensar que para decir esa
perogrullada, no hacía falta ser Maestro. Menos aún, había que ir tan lejos
para escucharla.
Pasaron los años, incluso cuando iba
al baño, lo hacía en ese ima koko.
Un día que estaba tumbado descansando,
me llamó el Maestro y me dijo que arreglase el jardín, le pregunté: ¿Cuándo?,
nos sonreímos y sigo tratando de arreglarlo desde ese momento, obviamente sigo
con la perogrullada de hacerlo: “Ima Koko”.
Algo tan simple, que no podemos
evitar, nos impide vivir en nuestra existencia, al querer conservar el pasado y
descubrir nuevos lugares, olvidando que vivimos y existimos: Aquí y Ahora,
eternamente.
Todos conocemos el significado y lo que es: aquí y ahora, precisamente lo que impide vivirlo. Caminar y que desaparezcan, su olvido, es Vivir.
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