Para cualquier situación de nuestras
vidas, hay una frase o escrito para reconfortarnos.
Con todo ese conocimiento, heredado
durante miles de años, tendríamos y deberíamos preguntarnos: ¿Por qué, seguimos
creando los mismos problemas?, es curioso que lo que hemos aprendido de todo
eso que se ha escrito y transmitido oralmente, lo que hacemos es evadirnos o
crear esos problemas en los demás.
Lo inevitable es que por la misma
razón, los demás crean esos problemas en nosotros, los cuáles hay que añadir a
los que nos creamos nosotros.
Si tan siquiera lo que hemos aprendido
de la lectura o nos han dicho, hubiese servido para no crear problemas a los
demás, podríamos convivir sin problemas, porque los demás no nos lo crearían a
nosotros y podrían ayudarnos a resolver los que nos creamos nosotros.
Incluso ese consejo de hacer todo
correctamente, parece que nos evitaría crear problemas. Pero en el
entendimiento, caeremos siempre, porque el ladrón, el asesino, el abusador o el
violador, hacerlo correctamente, significaría que no le cogiesen. Mientras que
el policía entendería que tiene que detener a cualquiera que no cumpla con la
Ley que ampara la Justicia.
Muchas frases, muchos libros, muchos
filósofos y religiosos, nos han dado consejos para vivir en la felicidad, para
convivir en el amor. Nosotros nos preocupamos por lo que ellos hacían, o
miramos nuestros intereses en lo que entendemos.
Y es que buscamos ser amados, pero no
sabemos amar. Buscamos una pareja, pero sin dejar de ser dos. Buscamos una
convivencia en el respeto, y no nos respetamos ni tan siquiera a nosotros
mismos.
Y es que lo importante del
entendimiento, es encontrar el bien común, lo que es mejor para todos, porque
eso es hacer lo correcto.
No, no es fácil, incluso la dualidad
nos recuerda que tiene que haber una mitad buena y otra mala, lo que nos
enseñan todas esas frases, esos Maestros, es esforzarnos en encontrar el bien
con ambas mitades.
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