Cuando no podemos medir el tiempo de la
Existencia, decimos que hay un algo Eterno.
Cuando miramos el Universo, viendo que
ninguna empresa o inventor, podría construir las estrellas, decimos que fue
Dios.
Pero quien es el centro de todo, es
nuestro yo. Ese que adora y obedece a Dios, en lo que él ha decidido que son
las órdenes de Dios para la convivencia.
Hay un vacío que no ha podido tener
una existencia real, porque todo estaba lleno de: Energía, Dios o una algo que
se ha transformado en lo que hay ahora.
Todos sabemos que, si no hay dinero no
podemos comer o comprar lo que necesitamos, que si nuestro piso está vacío no
podemos cocinar, comer en plato o dormir en una cama.
Incluso que para hacer algo, tenemos
que tener algo con lo que hacerlo y si no lo tenemos o lo hay, no podremos
hacer lo que hemos pensado.
Esto nos lleva a dudar del Vacío, de
la Nada, porque obviamente si Todo es Vacío o Nada, no podría existir Dios o el
Universo, pues no habría nada con lo que construirlos o de qué nacer. Por eso,
si existe Dios o algo, antes del Principio, no pudo existir la Nada o el Vacío.
Es difícil, que con algo existiendo
antes del Principio, estando convencidos de ello, partiendo de que hay algo que
existe en la Eternidad, fuera del tiempo y el espacio, podamos comprender con
la razón, que, la Vida no permite ocupar un espacio que esté ocupado por algo.
El agua, ocupa los espacios vacíos de la
esponja, del papel o la arena.
El oxígeno presente en el agua, ocupa
los espacios vacíos entre las moléculas de agua.
Incluso el agua sólo puede ocupar un
espacio, donde sólo existe ella.
Una botella es de lo que ocupa su
vacío.
Pero nuestra razón, sólo entiende lo
que nos explican los que saben y lo que dicen los libros. Sin tener en cuenta
que esos que nos enseñan algo nuevo o diferente, es porque han razonado ellos
mismos, no importa si están equivocados, si nosotros lo aceptamos como realidad
y razonamos en función, no de lo que ellos razonaron, sino desde lo que hemos
entendido de lo que pueden explicar.
La realidad, no puede razonarse. Podemos
razonar lo que percibimos, porque es algo incompleto, porque no siendo la
realidad, tenemos que razonar para decirnos o explicarnos lo que hemos
percibido.
El problema real nace cuando con lo
que nos han explicado, decimos por razonamiento que somos seres humanos, sin
una razón, sin una convivencia o manifestación que muestre esa humanidad.
Y es que cuando razonamos por
aprendizaje, lo natural es tener que cambiar el razonamiento, porque siempre es
equivocado o incompleto.
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