Si la luz recorre un camino, si viajamos
a la misma velocidad en sentido contrario, podemos permanecer en el mismo
sitio, pero si viajamos en sentido contrario, a mayor velocidad, podemos
regresar al pasado.
Es al ser fruto del razonamiento, lo
que lleva al consenso en esta teoría, pues la razón nos dice que: ¿Cómo
podríamos llegar a un lugar que no ha nacido, por viajar a mayor velocidad que
la luz, en la misma dirección?
Hay algunas controversias, la luz se
propaga en todas direcciones, además el tiempo es una medida diferente a la
luz, y no se mueve con la luz.
Algunos dijeron hace miles de años,
que vivimos en el ahora y aquí. Algo que podemos comprobar simplemente
moviéndonos a la velocidad que podamos o incluso imaginada. Tras un año de
viajar y movernos continuamente en avión, sin parar un solo momento, si alguien
nos pregunta responderíamos igual que en cualquier momento de nuestra vida:
Estoy aquí, estoy ahora.
Pero nuestra razón, nos dice que sólo
podremos viajar al pasado. Algo que hace obligatorio los mundos paralelos, para
poder hacerlo, porque nuestra estancia en el pasado, crearía un futuro
diferente, que sería lo que encontraríamos si sólo hubiese un Universo.
Pero eso mismo nos llevaría a
preguntarnos: ¿Qué ha sido del otro Universo donde vivía?. Si pensamos que
podemos morir viajando en el tiempo o en el pasado, que puede suceder algo por
nuestra presencia que interrumpa, lo que recordamos haber vivido y que ha
creado nuestro presente anterior.
Son demasiadas preguntas sin respuesta
fuera de la teoría.
Si añadimos libros y relatos antiguos,
que probablemente no podamos demostrar, que no tenemos constancia de que sea
verídico lo que nos relatan, pero que al igual que con el átomo y otros
descubrimientos actuales, ya estaban escritos de forma figurada en esos libros.
Hay relatos de personas generalmente reyes
o príncipes, que viajaron a visitar a los Dioses. Una de las historias es que
un rey y su hija fueron a preguntarles, con qué príncipe debería casarse la
princesa. La respuesta les sorprendió, pues no había príncipe o reino con los
nombres que les dieron.
Tras pasar la noche en el reino de los
dioses, regresaron, encontrando que todo era diferente, que habían pasado miles
de años en su reino, cuando vivieron una noche en el reino de los dioses.
El viaje al futuro, implica ese Ahora
Eterno, del que nos hablan algunas filosofías y religiones, donde el tiempo es
como el espacio, que podemos caminar sin salir o movernos de Aquí y en cambio
lo medimos en kilómetros gracias a la dualidad. Un tiempo Infinito, del que sin
poder movernos del Ahora, podemos hacerlo en la Eternidad.
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