Entiende la relatividad de ambos, así como la realidad básica: la unidad del vacío. En este Vacío ambos son indistinguibles y cada uno contiene en sí mismo el mundo entero.
Si no haces ninguna discriminación entre burdo y sutil, no te tentarán el
prejuicio y la opinión.
Quien origina y crea la comparación
entre dos pensamientos, el que crea la discriminación entre ideas, pensamientos
o percepciones, somos nosotros.
Cuando deja de haber discriminación,
la mente deja de ser controlada por nuestro ego, por nosotros y puede hacer su
labor, que nunca es discriminatoria.
Cuando vemos algo o a una persona, la
mente dice qué estamos viendo, pero no lo discrimina, incluso si en su programa
hemos introducido la comparación.
Ser alto o bajo, gordo o flaco, de un
color u otro, de un nivel social o intelectual u otro, es visto por la mente
como lo que algo es, pero sin discriminar.
No puede existir el Yin sin el Yang,
no puede haber algo sin su opuesto, ni algo puede percibirse sin la Dualidad. Pero
nada desaparece de su Realidad, sólo aparentemente deja de percibirse. En
Meditación, a veces desaparece la percepción consciente, pero no se deja de
percibir. El cuerpo sabe de sus partes, la célula sabe del cuerpo, cualquier
punto del Universo, sabe del Universo en su totalidad. Pero la Consciencia de
ese saber, carece de sujeto, por lo que parece desvanecida.
Algo que impediría la manifestación de
la Dualidad, existiendo sólo en lo Absoluto, sin llegar a nacer tan siquiera el
Uno.
Pero que algo sea, olvidamos que tiene
que ocupar un lugar, ese lugar no puede ser ocupado por otro objeto o Vida
Individual. La falta de ser algo, de manifestarse solamente como Amor Puro, es
que el Vacío no tiene existencia en sí mismo, sino que Es lo que le ocupa, lo
que existe solamente porque el Vacío le entrega cuanto Él es.
Pero ese Amor mutuo, impide que en el
Universo sea distinguible en su Dualidad de Vacío y Ser algo. Ambos se
contienen y son Uno, en su Dualidad, sin posibilidad de separación.
La Aceptación de lo que Es, hace
innecesaria la Discriminación, no por ello dejamos de sentir, o de tener
emociones, no discriminar, no es dejar de vivir. Sino la Aceptación de cada
Individualidad por lo que Es, sin necesidad de catalogarla en calidad u
oposición con otra.
Solamente es necesario usar cada
momento, cada ocasión, cada circunstancia y cada individualidad: CORRECTAMENTE
y sin que sea el yo que nos separa.
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