Nada puede construirse o nacer desde
la nada. Al menos tiene que haber una energía, un algo que llene todo, que
sería la Esencia de la que todo se forma o puede nacer.
Es nuestra lógica, si todo tiene que
estar lleno de algo, para que se transforme o la Impermanencia le cambie en
algo diferente, la Nada no puede existir realmente.
Afortunadamente esa Esencia llena el
Infinito, por lo que cuando se transforma en estrella o algo que aumenta su
concentración, no deja espacios vacíos, al igual que la botella cuando nos
bebemos o usamos su contenido, se llena de aíre, el Infinito seguiría estando
lleno de la Esencia, que crea y se transforma en cuanto hay.
Un gran árbol, con el fuego se
transforma en apenas un cubo de cenizas. Pero el resto del espacio, se llena
con el calor, la humedad y la energía que se ha creado al quemarse.
Esa es nuestra teoría, la que hemos
creado con el razonamiento que hemos enseñado a nuestra mente, que le da los
parámetros dentro de los que debe pensar.
La botella, gracias a su Vacío, se
llena de lo que ocupa ese vacío, no importa que siempre según nuestra
percepción esté llena. Realmente nunca puede estar llena de dos cosas: Aíre y
líquido, sólido y líquido o aíre. Es gracias a que su Naturaleza es la de estar
vacía, por lo que puede llenarse y ser útil. Siempre está llena, gracias a su
Naturaleza de Vacío.
Algo que nos debería llevar a pensar
si nosotros podemos ser algo diferente a lo que somos, si podemos en algún
momento cambiar lo que estamos siendo en un Ahora. Seguro que cambiamos
constantemente, es la Ley de la Impermanencia, cambiar en cada ahora.
Pero la Libertad de poder ser aquello
que deseemos si hacemos lo correcto para conseguirlo, no nos la da lo que
somos, ni tan siquiera el esfuerzo. Lo que nos permite poder ser cualquier cosa
en el Infinito, es precisamente el ser Nada, tener realmente una Naturaleza
llamada Vacío.
La Vida nos permite ser cualquier
cosa, es nuestra Naturaleza de Libertad, la que lo hace posible. Sólo hay algo
que no podemos conseguir ser: Lo que estamos siendo ahora.
Precisamente lo que somos es lo que
llena esa Naturaleza de Vacío, la Impermanencia impide que podamos regresar a
ser lo que hemos percibido y ya ha cambiado. Es así de simple, podemos rellenar
lo que somos, con lo que hemos creado, pero no podemos llenarnos con lo que
hemos sido.
Ese probablemente es el origen del
karma, que nos va transformando según nuestras acciones e inacciones, va rellenando
nuestro Ser Vacío, con lo que somos.
Este razonamiento, nos llevaría a que
la mente, reconociese que es el Vacío el que permite que seamos lo que somos,
pues no hay otro recipiente que llenar aparte de nuestro Ser. Que obviamente no
podría cambiar, si estuviese lleno con lo que somos, incluso si decimos que el
recipiente es Infinito.
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