La definición de Dios, dice: que
existe antes del comienzo del Universo, incluso la ciencia dice que hubo algo
antes del Principio, que origina cuanto existe, ha existido y existirá, hasta
el final de los tiempos, que podría ser el retorno al origen, a esa cosa o
forma de energía, que existía antes del comienzo, que se le atribuye a Dios.
Obviamente, si todo está formado o
creado por eso que existía y se manifiesta y da origen a todo cuanto llene la
Existencia, todo tiene Existencia gracias a eso que se atribuye también a Dios,
ser Uno.
Lo de Infinito, obviamente si es más
grande que el Universo, probablemente Él sepa lo grande que es, pero es obvio
que para nosotros que nunca conoceremos su origen o su final, debe de ser algo
que es Eterno e Infinito, que también se le atribuye a lo que le hemos dado el
nombre de Dios.
Yo, por ejemplo, me denomino “creyente”,
algo inconcreto, no conozco a Dios por su nombre, ni las Religiones por sus
escritos, ni la ciencia por sus descubrimientos y explicaciones, ni la
filosofía por lo que alguien escribió o ha sido explicado, pero tengo la
actitud de creer como Concepto.
Nunca he sido agnóstico, el
considerarme incapaz de tener una creencia, y comprometerme a respetarla. Quedarme
en que mi capacidad, me impide decidir si Dios existe o no, por lo tanto, quedándome
en lo que en un libro se llamó: “Zona tibia”, pues es donde se sitúan los
tibios de corazón.
Las religiones en general, nos hablan
de amar al prójimo, de no matar y poco más. Si quitamos las explicaciones que
hemos añadido, para crear las religiones con nombre, siguiendo a alguien que
nunca ha escrito algo. Situación que nos ha llevado a seguir lo que alguien
dice que dijo, una persona que muchas veces existió unos siglos antes que él, que
ha escuchado a la gente o ha leído en un libro de alguien que lo escuchó, o ha
escuchado de alguien que estuvo donde se dijo.
Por lo que cuando decimos que no
creemos en la Religión o en Dios, sería necesario explicar en cuál no creemos. Obviamente,
somos libres de no creer en ninguna religión o en ningún dios, pero también deberíamos
conocer, al menos por nosotros mismos, qué es lo que rechazamos o no creemos.
Lo que los demás entienden, lo que los
demás escriben, lo que los demás hacen, o simplemente tratamos de justificar lo
que somos.
Los seguidores de las religiones han
matado y asesinado. Pero la Religión dice: “No matarás”, cumplimos nosotros con
el Universo esa premisa, para poder denostar las religiones.
Los seguidores de las religiones, son
ambiciosos, envidiosos, roban, odian, mienten y no hacen nada de lo que
nosotros hemos leído, escuchado o ellos mismos nos dicen. Pero la Religión
dice: “Amarás”, a qué, incluso: a todo lo demás, al prójimo o incluso a un dios
que vive en el cielo, probablemente lo hemos añadido para aclarar nuestra
ignorancia.
La Religión y Dios, no existen o viven
fuera de mí, de este yo que cree que, ellos pueden existir y vivir, en mi Amor,
en mi corazón, y si soy capaz de darles vida.
Cómo podría matar o no amar algo.
Creer no es sólo quedarse en las palabras, sino el esfuerzo de tratar de darle
vida a ese Amor.
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