Desde entonces, hemos tratado de
encontrar una forma justa de establecer la Democracia. Pues en naciones de
millones de personas, es difícil establecer un gobierno, que tramite los deseos
de las opiniones del pueblo.
Se crearon ciudades estado, grupos de
representación y al final hemos llegado a la elección, de quienes deberían
llevar nuestras opiniones, deseos y necesidades, a quienes tienen la
responsabilidad, de usar el dinero que aporta el pueblo para hacer realidad el
máximo posible, más que de los deseos, de las necesidades del pueblo.
Creando una convivencia, en paz,
humana y de respeto entre todos, pues como es natural la Democracia, se debe
regir por las decisiones de la mayoría, siempre y cuando estas sean las
correctas y las convenientes para solucionar las necesidades y bienestar de la
mayoría.
Pero hemos creado muchos derechos, que
decimos son la base de la democracia y la libertad que debe brindar al pueblo. Para
ello hemos creado montones de leyes, que como dice el refrán: “Hecha la Ley,
hecha la trampa”.
La mayoría de los países existentes,
dicen que son gobernados por la democracia. Muchos de ellos oprimidos y
llevados a la miseria y la confrontación, por quienes han sido elegidos por el
pueblo o simplemente la fuerza o la inacción del pueblo, les ha dado el poder,
de decidir por el bien del pueblo, que obedezcan y den sus vidas y haciendas a
los amigos del poder.
Nacida la política, cuyos
trabajadores, velarían por el bienestar del pueblo, elegidos por quienes el
pueblo le ha concedido el poder, algo que no está en la Democracia, ni tan
siquiera por delegación del pueblo, pues el poder político, sólo debe
implementar, hacer posible y llevar a cabo, los trabajos necesarios para que el
pueblo viva en paz, armonía, y el respeto, creando el bienestar y cubriendo las
necesidades del pueblo.
La necesidad de crear Leyes y tener
que modificarlas por cambios en la ideología o simplemente porque están siendo
violadas, al crearse para defender derechos y obligar a los ciudadanos a hacer
lo correcto, respetarse a sí mismos y a los demás, ante la amenaza de castigos
si no cumplen con lo que ha sido establecido por el Poder Legislativo, que al
igual que el pueblo, debería ser castigado cuando las Leyes emitidas, protegen
al poder, el abuso y violación del pueblo indefenso, por otros miembros del
pueblo mas fuertes o más poder, o simplemente por unos políticos, dedicados a
mantener el poder, por medio de que su partido o ideología funcione como Organización
Criminal, tratando de imponer leyes protegiendo su poder o destruyendo o
desterrando cualquier otra forma de pensar o la posibilidad de reclamar
Justicia.
Y es que la base de la Democracia, no
son los derechos y las Leyes, sino la Responsabilidad, la Justicia y el
Respeto.
Cuando la Democracia, se establece con
estas bases, la Dignidad del pueblo, permite que cualquier persona elegida para
servir al pueblo, y tener la función de hacer los trabajos necesarios para
crear: El Bienestar, la Armonía y el reparto justo, de los bienes, que no
quiere decir igualitario, sino con Justicia, lo hará desde la Dignidad y la
Responsabilidad de realizar su función, por la que es pagado por el pueblo.
La Democracia, no debe ser el Poder
del Pueblo, sino fruto de la: Dignidad, Responsabilidad y Respeto de todos sus
ciudadanos, por sí mismos, por los demás y por el cumplimiento de sus responsabilidades.
La Dignidad sólo necesita guías,
alguien que armonice las opiniones y verdades diferentes de cada uno, pero no
la Imposición de Leyes y Castigos, cuando perdemos la humanidad.
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