Algo que nos permite vivir
descuidadamente, en el egoísmo de no mirar el bienestar de cuanto nos rodea y
un uso correcto de todo ello, sino tratando de encontrar el beneficio que
podemos obtener de ello.
Desde el principio de los homínidos,
nos hemos dado cuenta poco a poco de la interrelación de cuanto se manifiesta
en el Universo, todo influye en cada individualidad y cada individualidad es
insustituible para que el Universo sea exactamente como es ahora.
Pero cuando hemos creado el Concepto
de un Dios Absoluto, inmutable, omnisciente, Eterno, sin principio o final, le
damos el poder de Crear el Universo y cuanto se manifiesta en Él,
convirtiéndole en un obrero a nuestras ordenes, que hace lo que es mejor para
nosotros.
Quizás por ello, es el responsable de
cuanto consideramos incorrecto en nuestras vidas y convivencia.
Obviamente cuando decimos que Dios es
Absoluto o Todo, sin cambio y que el Universo es finito e impermanente,
cambiando continúa y eternamente, olvidamos el significado de Todo, sobre todo
con mayúscula y como Concepto de Absoluto.
Algo que no tenemos en cuenta en
nuestra percepción al contemplar lo que nos rodea y tratar de saber lo que
somos. El cielo y el infierno, los vivimos en cada ahora en la Tierra, y
podríamos crearlos en cualquier lugar del Universo que decimos que es Infinito.
Porque nosotros, sentimos nuestras
limitaciones y las combatimos, tratando de hacer lo que nos hace creer que
somos superiores a los demás, o lo que es lo mismo: Por medio del Abuso y la
Violación de la Dignidad Universal y personal.
El bosque no deja de tener árboles y
plantas, el océano no deja de tener agua y peces, porque cuando no los hay se
les da el nombre de páramo, desierto o tierra firme.
Cuando hablamos de algo Eterno,
Absoluto y Todo, no importa cómo le llamemos, pues cualquier cosa que exista,
será parte de ese Todo. Cuando no hay nada o sólo existe la Nada y el Vacío, es
el mismo Todo. Como Todo no cambia, pero sus partes no dejan de manifestarse
como son Ahora, pues dejan de existir y vuelven a ser creadas en el mismo
Ahora, lo que hace que nada cambie, que como Todo no exista la Impermanencia.
Pero cuando introducimos el tiempo,
algo imposible para lo que no nace ni muere, entramos en una dualidad en la que
la Creación mira a Dios, y el problema es que cree verle, que cree que lo que
ve es Dios. Algo que sólo es posible cuando se mira desde fuera o desde dentro.
Pero en el Todo, en lo Absoluto, no
hay dentro o fuera, tampoco hay partes, siendo una individualidad, como Uno, no
tiene Consciencia de serlo, ni tan siquiera percibir que tiene partes o
mitades.
Son cosas que podemos ver su Creación,
que ha desertado de Él, que le hemos negado en cuantas vidas hemos vivido. Al considerar
que somos una parte separada, que somos una Creación suya, negando que sólo
podemos ser ese Todo, que no conoce sus partes. Miramos a Dios, y el problema
es que creemos verle.
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