Hablamos de un Dios, que finalmente no
pasa de ser alguien que carga con nuestras equivocaciones, es el responsable de
cualquier cosa que no nos gusta y además un inútil, al que tenemos que dedicar
nuestras vidas, pues tenemos que corregir todos los fallos que ha cometido al
crear el Universo, que usamos como hogar.
Hablamos de que la suma de las partes
siempre es algo o mucho menos que su totalidad.
Quizás por ello nos dedicamos a
conocernos, descuartizando lo que somos, en las individualidades más pequeñas
que podemos, pues eso nos mostrará que somos mucho más de lo que pensamos por
nuestras partes y hechos, pues al sumarlas, encontraremos que somos mucho más.
Tratamos de ridiculizar a esos dioses
que hemos inventado y dado nombre, que en miles de millones de años, no han
conseguido que el Universo funcione correctamente y podamos visitarlo, en lugar
de decir que estamos a millones de años luz, de otros puntos, que se alejan y
que hay cosas que no podremos ni encontrar, porque están demasiado lejos, para
que podamos verlas o conocerlas.
Lo que hace que un Dios, que debería
ser más inteligente que nosotros, ha creado un hogar, tan grande que no
podremos visitarlo en millones de vidas, menos aún usarlo, que al final es para
lo que se construye un hogar.
Ya vemos el desastre de hogar que nos
ha dado en la Tierra, con tormentas, ciclones, terremotos, volcanes y lleno de
peligros. Nosotros hacemos nuestros hogares, con ventanas acristaladas,
cerraduras de seguridad, detectores de gases, aparatos de seguridad en el
sistema eléctrico, las escrituramos y pagamos a funcionarios, que garanticen
cuál es nuestro hogar.
Lo que hace que ignoremos, los miles o
millones de años, que nos llevará arreglar el hogar que Dios nos ha construido.
Incluso, tuvieron que pasar millones
de años, para que gracias a que llovió agua dulce, apareciese la vida en la
Tierra y por tanto pudiésemos venir a ocupar nuestro hogar. Algo que no podíamos
hacer debido a los defectos de construcción.
Y es que la ciencia, nos ha ayudado en
muchas cosas: El fuego, que estaba inventado mucho antes, a manejar los
minerales que existían antes de que viniésemos, para poder matar a los animales
peligrosos y a quienes no nos caían bien, incluso los usábamos para cultivar la
tierra.
Como matar de uno en uno, nos llevaba
mucho tiempo, usamos nuestra inteligencia para desarrollar métodos, con los que
pudiésemos matar muchos de una sola vez, en poco tiempo. Al final, la lluvia
nos trajo la vida y nosotros aprendimos a usarla para tener poder, riqueza y
bienestar, destruyendo aquello que creíamos que lo impedía.
Afortunadamente, no hemos necesitado
utilizar esa humanidad, que nos dieron y que realmente no sabemos lo que es,
pues son cosas de filósofos y soñadores, que no sirven para lo que es importante
en el mundo en el que vivimos.
Hace siglos, miles de años, que
olvidamos ese mundo soñado: Humanidad, Amor, un solo Universo, todos hermanos,
y esas chorradas que nos llevaron a inventar el Nombre de Dios, al que además
le dimos apellidos: Cristiano como los futbolistas, Islam que no es una isla
grande, budismo que al hacerlo en la India, no sabemos la procedencia del
apellido, y tantas otros que les inventamos hogares olímpicos, donde estaban
todo el día corriendo y lanzándose jabalinas, y a los que te recogían en un río
y te llevaban a vivir a un sitio en el que tenías que llevar tus cosas, que les
daban muchos apellidos.
Al final tenemos el mundo que hemos
creado, sin tener posibilidad de vivir en otro, si no es por medio del sueño o
la fantasía: Abusadores y violadores y sus víctimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario