The matter of life and death is great. Time runs quickly; nothing remains; It waits for no man. Wake up!. Don’t waste your time.
El
entendimiento y aceptación de la vida y la muerte es importante. Todo permanece
en la Impermanencia donde el tiempo pasa rápidamente. Nada puede esperar o
posponerse, fuera del ahora. ¡Despierta!, no malgastes tu vida.
Es
el cántico que cada noche se repite en el templo, un recuerdo de dónde, cómo y
por qué estamos manifestando la Vida.
En
nuestro día a día, apenas podemos vivir por el miedo a la muerte.
Shakyamuni
nos recuerda que el origen del Sufrimiento está, en nuestra ignorancia, al no
saber separar la realidad de lo ficticio. No aceptando el ahora, no permitiendo
que la felicidad resida en lo que somos, en lugar de en lo que deseamos y
queremos ser algo que no existe, pues nada existe fuera del ahora.
Hemos
tratado de encontrar satisfacción y ocultar nuestro miedo, tras un Espíritu
Eterno, enfrentado y sustentado por la mortalidad de un cuerpo, que vemos
envejecer y que da un nuevo paso hacia su desaparición, por cada día, cada
instante que vivimos.
A
veces, me pregunto acerca de ese ahora, de ese tiempo sin tiempo, donde incluso
desaparece la Impermanencia, el yo, el movimiento, la percepción incluso donde
la Vida no puede vivir, sólo SER.
Siendo
eso precisamente, lo que le confiere dos mitades, que nunca pueden
manifestarse, y por tanto permanecen inmutables en la Eternidad: Naciendo y
muriendo en ese ahora que al no tener tiempo, impide que algo muera o nazca.
Ese Yin y ese Yang, que a pesar de su
Inexistencia, controlan la Vida y la Muerte, que es manifestada Eternamente en
el Ser, el Uno, Buda, Dios la Vida o el Amor.
La muerte y la vida, son las dos mitades
en el Ahora Eterno de la Existencia de la Vida con mayúscula, donde la
inseparabilidad de sus mitades, permiten que la Muerte, sólo se manifieste como
Impermanencia. Algo muere para nacer como Nuevo. Algo que siendo lo mismo, se
manifiesta como algo diferente para el observador externo.
Ese observador, que sin darse cuenta
vive en el sueño, en la creencia de que algo desaparece, de que algo ha muerto
eternamente. Incluso pensando que hay un lugar donde un yo puede existir
eternamente en la gloria de Dios, es algo que destruiría al Uno, para
convertirlo en dualidad y multiplicidad, al existir consciencia de varios yo.
Eso
nos llevaría a un Universo donde no habría enfermedades, conflictos, maldad, y
por tanto tampoco podría existir el Bien. Desaparecido el Mal, el Bien no puede
nacer.
En
principio, nuestra ignorancia al no darnos cuenta de que estamos soñando, no
está llevando a un mundo de felicidad, donde no tendría cabida o posibilidad de
existencia la Libertad, al no tener donde elegir entre dos posibilidades, que es lo que nos brinda el Yin y el Yang.
Pero
pensar, que la mitad Yin puede nacer o existir sin el Yang, o el Yang sin el
Yin, es el mismo sueño, pues siempre algo inexistente como el Yin y el Yang,
sólo pueden manifestarse, cuando se establece el Uno, la Individualidad, que no
puede existir sin tener dos mitades: Inseparables.
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