Algo que aceptado como verdad, nos
lleva a adentrarnos en la equivocación, siempre que no se compense con otro u
otros errores. De la misma manera que una fórmula equivocada nos puede llevar
al mismo resultado numérico que la verdadera, un error filosófico, nos puede
llevar a errores múltiples, que nos hacen pensar que lo observado, es la
realidad existente en el Ser.
Hay un error, apenas perceptible en
nuestros razonamientos, que sin embargo nos ha traído a la sociedad que hemos
creado.
La Creación de una mitad como hombre,
y la creación de otra mitad con un trozo de la anterior, dio como resultado dos
mitades separadas, que nunca han podido unirse, pues cada una existe como
individualidad propia. Es algo que viola la Ley del Yin y del Yang.
Pero es que crea todo el Universo de
mitades individuales: Luz y oscuridad, arriba y abajo, Dios y Creación, lo
Eterno y lo finito, y así sucesivamente perdimos el significado de lo que Dios
Es como Concepto: Todo, Absoluto, Uno, que como cualquier individualidad tiene
dos mitades inseparables.
Fue cuestión de tiempo, que nuestro
conocimiento que para ser semidios, tenías que ser hijo de mortal y de un dios,
lo que nos daba naturaleza humana y divina, fuese grabado en piedra como frase
Lapidaria: “Nada puede ser creado de la Nada”, algo que no está equivocado,
pero que sólo miraba la mitad observada. Un error, que se ve reflejado en
nuestro conocimiento y que de alguna manera, tenemos que equilibrar con nuevos
errores, u observaciones y razonamientos equivocados.
Obviamente todo algo, procede o es
creado por otro algo, al igual que el tiempo nace de la percepción del cambio,
o su resultado de impermanencia, observado por la memoria y este método usado
de crear mitades independientes.
Hay otra mitad de la frase, que
aparentemente no hemos encontrado: “Nada puede existir sin ocupar un espacio
Vacío”. La mitad de Todo es Nada, la mitad de lleno es Vacío, la mitad de algo
es el creador o la nada que le acoge.
Cuando extraemos Todo de un
recipiente, decimos que está vacío, pero es parte de nuestra equivocación: “El
recipiente al extraérsele cuanto lo ocupa, está lleno de vacío”, no deja de ser
un recipiente, un algo que se opone al Vacío o Nada, un Espacio, que es la
mitad opuesta de lo Infinito.
Nuestro entendimiento de Nada, es que
no existe el Universo, cuando el Concepto de Nada, es lo que permite su
Existencia.
Simplemente, hemos creído que las
mitades pueden existir separadas, que una mitad es una individualidad propia y
separada. Todo en sí mismo es una individualidad propia, que no puede dejar de
estar integrada en otra individualidad. Nunca se deja de ser mitad de algo,
pero nunca podemos serlo en la separación.
Dios, Buda, no pueden existir sin el
hombre, sin la Creación, es al menos lo que dice el budismo. Pero Buda no es el
Creador del Universo, ambos existen Eternamente como dos mitades del Absoluto,
de lo Infinito, de lo Eterno, en el que la Naturaleza es lo finito, la
Impermanencia. Mientras que hay un Dios Infinito y Eterno, en el resto de las
religiones, que sin embargo tienen una mitad finita y regida por el tiempo.
Al final, nuestros Conceptos
equivocados, no son importantes, sino nuestro aferramiento a la verdad
equivocada, que nos lleva a luchar y tratar los otros entendimientos, que nos
llevan a luchar por la prevalencia o poder de una mitad sobre la otra, que
rompe el equilibrio, que es semilla del sufrimiento, que nos lleva a la
autodestrucción.
No hay nada que pueda existir, sin dos
mitades opuestas y en un equilibrio que muestra en su Uno, como su Ser.
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