MÁS-MENOS

           Parece que seguimos viviendo en el Barrio Sésamo. Mientras los principios y valores humanos, argumentan: Quién es mejor, tiene mejores principios, más ética o dignidad.

          Los políticos siguen argumentando para saber quién es más corrupto, indecente y carece de principios. No podemos hablar de ética y dignidad en este caso, pues no está demostrado, que quienes se llaman servidores públicos o políticos, sepan de su existencia.

          Tu mujer carece de ética, tus ministros carecen de ética y dignidad, pues anda que tu familia y los mandamases de los tuyos.

          Los míos son mejores y más honrados, porque el Tribunal Constitucional, ha dicho que los políticos pueden equivocarse al repartir el dinero de los necesitados y sus ayudas, entre los amigos y clientes.

          Por lo que son inocentes y aunque no saben lo que tienen, el Tribunal ha dicho que tienen Dignidad, aunque no se sepa lo que es.

          Pues anda que la tuya y su hermano, lo tienen crudo en Madrid, que no será acusado de cientos o miles de millones, pero se ha llevado un buen pico, aunque no se haya considerado delito, por los Jueces fachas.

          Al final, lo único que no nos queda claro a los ciudadanos es quién es más corrupto y quién menos. Unos roban a lo grande y otros, más veces, por lo que hay que decidir si miramos el número de delitos o lo que se roba.

          Que unos se protejan con los fachas y los otros con sus borregos, que unos roben amparados por la fiscalía y el T. C. que otros lo hagan amparados por otros, al final sólo hay que decidir quien nos hace más felices con su delincuencia, abusos y violaciones. Porque todo depende de cómo nos lo cuentan y de lo que nos dicen.

          Afortunadamente, el pueblo ha alcanzado una buena altura, es su incapacidad de pensar individualmente y hacer caso de lo que ve, de lo que le dice su mente y su corazón. Por lo que sólo hay que decidir con qué pastor vamos y conseguir un trabajo de funcionario y hacer lo que nos dicen y callar lo que hacemos.

          Y es que un día, nosotros o nuestros hijos, podrían ser políticos y enriquecernos, por lo que hay que callar y procurar no saber de ética y dignidad, y todas esas zarandajas, que algunos nos dicen que existen realmente en una utopía llamada Humanidad.

          Al final, vemos que la mayor parte de la Corrupción de los Poderes de Gobierno, permanecen en las sombras, conocidas pero ignoradas. Que las que salen en los medios de comunicación, unas veces son verdaderas y otras falsas, que son ignoradas o aceptadas en los Tribunales, dependiendo de quién es el corrupto.

          Nosotros sólo podemos defender a uno y pelearnos con los vecinos que defienden a los otros, porque lo importante es ser felices si quien te viola te hace creer que es sexo consentido. Somos el pueblo feliz, que vive sin saber diferenciar una violación de una ayuda, el amor del abuso, y que estamos dispuestos a apoyar a los políticos, incluso a convertirnos a su religión, por unos beneficios, que más que eso, es que nos benefician a la fuerza.