Nuestros conflictos de desear tener
más, de expulsar a quienes nos quitan el trabajo o cobrar más sueldo o pensión,
cumplen con la misma Ley que la manta y que el Yin y el Yang.
Tener alguien mucho, significa que alguien
tiene que tener poco. Si no queremos algunos trabajos y no queremos o podemos tener
hijos, al final necesitaremos quiénes los hagan. Si la población disminuye,
necesitamos alguien que trabaje y aporte, impuestos para pagar las pensiones.
Si queremos que suban las pensiones, si antes teníamos tres o cuatro hijos y
cobraba pensión el padre y ahora tenemos uno o ninguno y cobran como es
natural, pensión el padre y la madre, si cada día hay más jubilados en
comparación a los trabajadores, es obvio que nuestros hijos o demás, tendrán
que pagar más impuestos, lo que disminuirá su salario.
España es de las menos productivas, al
menos de Europa, el número de hijos disminuye continuamente, vivimos de lo que
nos da el turismo y la Limosna de Europa, todo ello nos ha traído a tener una
Deuda Pública, que difícilmente podremos pagar, mientras los obreros cobren
salarios y tengan el vicio de comer.
Con esa deuda, con pocas patentes que
nos aporten dinero por los derechos, poca industria y poco competitiva, una
agricultura que según los agricultores no es rentable, un desgobierno que sólo
mira lo que se puede llevar del dinero del pueblo, con una gran incompetencia
para resolver los problemas que hemos creado y nos crean la ineptitud,
incompetencia y falta de profesionalidad de los políticos y los servidores
públicos.
Si prácticamente el mayor gasto es el
Público, que no produce rentabilidad y es aportado por los ciudadanos, debido a
que las decisiones políticas, además, aumentan el gasto por encima de las
subidas de salarios. La decisión es taparnos los pies o la cabeza, o exigirles
a los políticos que usen nuestro dinero con Dignidad, honradez y conocimiento.
Cuando damos mucho a los inmigrantes,
podemos dar poco a los españoles necesitados. Cuando a los inmigrantes se les
aloja en hoteles, se les dan pensiones, se les permite cuando tienen papeles
traer a sus familiares y que todos ellos vivan de pensiones y se les den pisos,
obviamente serán los españoles los que no podrán obtener esas ayudas, incluso
tras una DANA.
Cuando pasado un tiempo un inmigrante
sigue viviendo de ayudas, sin tener que trabajar y con piso, la única manera de
contentar a los españoles con menos dignidad, será, permitiéndoles okupar pisos
ajenos, protegidos por la Ley.
El problema sigue siendo el mismo que
el de la manta, si queremos dar demasiado por un lado, crearemos necesidad por
el otro.
Hay que ayudar al necesitado, sea
español o emigrante. Pero ayudar, no significa mantener y cubrir todas sus
necesidades eternamente, pagando además los gastos que generen sus familias.
Sino ayudar, ofreciendo que sean ellos los que aprendan a cubrir sus necesidades
trabajando y ayudando a los demás.
La manta pequeña, a veces puede cubrir
todo nuestro cuerpo, adoptando una postura que lo permita o uniéndonos, para
que entre varias mantas, podamos colocarlas de manera que nos cubran totalmente
a todos.
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