Dos observadores con el objeto entre
ambos, verán el extremo derecho del otro observador como izquierdo. Mientras verán
iguales, el de arriba, arriba y el de abajo, abajo. Que podremos cambiar si damos
la vuelta a los observadores.
Lo curioso es, que lo que separa y une
ambos extremos no puede ser un punto, ya que este también tendría mitad y por
tanto dos extremos. Mientras tenga medida lo que los separa, serán dos individualidades
opuestas. Sólo cuando no hay medida, cuando se convierte en Nada, los extremos
pertenecen a una misma individualidad.
Por ejemplo: Si tenemos dos bocadillos
y los repartimos a dos personas, cada uno obtendrá un bocadillo. En cambio, si
tenemos una pareja de bocadillos, lo que cada uno obtendría sería la mitad de
la pareja. No cambia el número de bocadillos que cada uno recibe. La gran
diferencia es que según lo miremos, podremos tener paz o comenzar una guerra.
La división de izquierdas y derechas,
pueden estar separadas por muchas cosas con medida, que sería su centro. Algo
que generalmente nos lleva a la confrontación entre ambos extremos, al
separarnos el centro, que no puede acoger los extremos separados.
Cuando no existe medida en el centro,
ambos extremos pertenecen a la misma individualidad, lo que hace desaparecer la
confrontación, en una individualidad armonizada.
Así ha funcionado el Universo, incluso
antes de tener una manifestación. Yin y Yang, han sido las mitades de un Único
Universo. Cuando sólo hay Nada, la mitad está en un extremo o lado y la otra
mitad en el otro, lo que no hay es, un Yin y un Yang percibido.
Posteriormente, con la manifestación e
individualización en la Dualidad, siempre se han equilibrado los extremos en
cualquier individualidad. Todos tenemos órganos pares, uno a la izquierda y
otro a la derecha, generalmente los órganos individuales, están divididos en
compartimentos y situados en el centro de la individualidad, uniendo ambos
extremos.
La cabeza que es una, está centrada y
permite que ambas manos funcionen en armonía, la hábil crea y la menos hábil
sujeta o ayuda con su entrega a que la otra pueda realizar correctamente su
creación.
Cuando sólo tenemos un ojo, un brazo,
una pierna, es la cabeza la que tiene que armonizarlas para que puedan realizar
lo mejor posible ambas funciones.
Nosotros hemos creado un foso,
separando la Izquierda de la Derecha, el Arriba del Abajo, lo Bueno de lo Malo.
Esta separación en individualidades
separadas, es lo que permite la confrontación en lugar de la armonía, la pelea
en lugar de la ayuda, el odio en lugar del amor. El ego es lo que separa ambos
extremos, el yo lo que los debe unir. El amarnos a nosotros mismos y armonizar
cuanto nos ofrece el Universo, permite el uso del yo correctamente, uniendo lo
demás con nosotros.
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