La imposibilidad de aceptar las ideas
de los demás, nos ha dividido siempre, la solución del poder ha sido
convertirse en pastores, la decisión del pueblo convertirse en borregos. Los pastores
pensando en las ganancias de la lana y de la carne, los borregos pastando o
ayunando donde son llevados.
Desgracias, han ocurrido siempre y en
todas partes, no aprender de ellas, al parecer es, la idiosincrasia de los
países donde cada individuo del pueblo es oposición de todos los demás, algo
que desgraciadamente ocurre en España.
Hay inundaciones, no sólo se sigue
construyendo en el camino de las aguas, sino que no se hace nada que lo evite.
Toda la costa española es montañosa o tiene cordilleras cerca, ha sido así
durante muchas generaciones, pero seguimos sin evitar las inundaciones anuales
o hacer algo que las haga menos frecuentes. Teniendo algo que criticar al
gobierno de turno, los que tampoco hicieron nada cuando gobernaron.
Se cobran impuestos para hacer algo
tras las desgracias, pero no es para ayudar a las víctimas, sino para tener más
dinero para malversar.
La costumbre española, de culpar a los
demás de lo malo y lo equivocado y atribuirnos lo que consideramos correcto, no
ha sido ignorada por los políticos y los gobiernos, que al ser incompetentes
para gobernar y servir al pueblo, han distribuido las competencias de forma que
el culpable es el otro.
Hace más de 50 años, veraneando en
Galicia, me decían que el origen de los fuegos estaba en las Concentraciones
realizadas, pues muchos insatisfechos con los abusos recibidos, se dedicaban a
quemar lo que les habían robado o por el engaño recibido. Siempre, con los
grandes beneficiados, los amigos y clientes de los gobiernos y funcionarios:
nacionales, comunitarios o comarcales, incluyendo los ayuntamientos.
Este año, está siendo prolijo en
echarse las culpas: Inundaciones, corrupción, fuegos, algo que es el pan
nuestro de cada día en España, fruto de la incompetencia, ambición, inutilidad
y que los políticos se dedican a obedecer al pastor, como cualquier perro fiel,
al desconocer que su responsabilidad es la de servidores públicos. No tienen
que usar sus bienes, son los ciudadanos los que les contratamos, pagamos y
damos dinero para que hagan el servicio necesario para evitar la repetición de
los mismos problemas.
Desde que Franco el Dictador,
reconstruyó las ruinas que quedan tras una guerra fratricida, hizo muchos
pantanos para almacenar agua, desvió algunos ríos para evitar inundaciones,
hizo algunos cortafuegos para evitar grandes incendios, las leyes han sido de
protección de los peces cerrando o destruyendo pantanos, permitir el libre
crecimiento de la hierba dificultando la entrada del ganado en los montes y
cortando la rentabilidad de la ganadería, al proteger excesivamente o demasiado
a los animales y desprotegiendo a los consumidores y ganaderos, al multiplicar
los gastos necesarios para producir un kilo de carne.
Pero el gobierno actual, heredero de
muchos errores, no se ha resignado a no ser el creador de un buen número de
nuevos o regular mejor la creación de los antiguos.
Canarias con el volcán, Valencia con
la dana, España con los incendios y los españoles sin recibir ayuda, porque los
políticos no saben quién tiene las competencias para evitar desgracias y ayudar
a las víctimas.
No sé bien en qué y cómo, consiste el
perdón de los 15.000 millones de euros, que malversaron los independentistas, o si es a
cambio de sus votos para mantener en el poder a Pedro. Pero me pregunto, ¿cuánta ayuda se podría dar a las víctimas de estas desgracias, con este dinero?.
Cuidar los pueblos, no es sólo el
gobierno, comunidades o ayuntamientos, sino de todos: El pueblo y el poder.
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