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Yui Shin

sábado, 13 de septiembre de 2025

EL DESEO

           Desde el principio de nuestra existencia, la raíz principal ha sido el deseo. Hace siglos, que desear ser mejor, más rico y poderoso, es lo que se nos inculca desde que nacemos. El deseo de ser más de lo que somos es la constante de nuestras vidas.

          Desconocemos si hubo en Dios un deseo cuando decidió crear el Universo y cuanto Él contiene como individualidades. Lo que dicen algunas de nuestras filosofías y religiones, es que nuestro deseo de ser como el Creador nos expulsó de una existencia de paz y felicidad, llamada Paraíso o en la casa de nuestro dios.

          Hoy, no podemos pensar en una vida en la que no estemos al servicio de nuestros deseos. Porque lo natural es, pensar en un futuro mejor, sobre todo para nosotros, mientras hablamos y predicamos un mundo mejor para todos.

          Pero el deseo es siempre algo que es inexistente, porque no lo tenemos, porque no lo hay o porque es un lugar donde no existimos ahora. Deseamos cambiar el mundo, nuestra familia, nuestro entorno y lo que somos, porque lo que hay no nos gusta o lo despreciamos como poco humano o correcto.

Para desear ser feliz y mantenernos dentro de la ilusión de serlo, nuestro esfuerzo tiene que dirigirse a no ser felices, pues eso haría desaparecer nuestro estado de ilusión y deseo de serlo.

El deseo de paz, siempre nos ha llevado a la guerra para conseguirla. Pero es incomprensible para nosotros, una existencia, sin desear un futuro mejor. Todo lo que nos enseñan de niños es que ese debe ser nuestro estado natural: “El Deseo”.

          El deseo, es algo imposible para la Vida. La Vida sólo existe y ES en el Aquí y Ahora.

          Durante años, he hablado a quienes atiendo, de que alimentar correctamente lo que somos, consiste en: sentarse a comer, masticar correctamente lo que tenemos en el plato, disfrutar de los alimentos que ofrecen su vida para que nosotros mantengamos la nuestra, estar sólo comiendo con todo nuestro ser y sobre todo, no morir envenenados por tratar de conservar lo que no somos, para lo que es necesario permitir al cuerpo cagar aquello que no hemos asimilado y convertido en nosotros, en nuestra individualidad.

          Para ser en un futuro lo que deseamos, no hace falta el deseo, sino usar la energía que hemos recibido, correctamente.

          En nuestro plato, lo único que podemos alimentar es lo que somos en cada ahora. Lo que nos alimenta, es lo que es manifestación del Universo y la Vida en ese ahora en el que estamos comiendo. La correcta masticación, permite digerir el alimento fácilmente y asimilar el máximo de lo que llega a nuestro estómago. Cagar el pasado, todo lo que no asimilamos y transformamos en nuestra individualidad, sirve de alimento para otras formas de vida, por lo que no ayudar y respetar al cuerpo, sólo hace que lo que retenemos sea un veneno que nos impide vivir y sobre todo hacerlo en la felicidad.

          No respetar y amar lo que somos en ese ahora, que es lo que alimentamos al vivir, para que llegue a manifestarse como soñamos, es algo que nace del deseo de ser algo que la mayor parte de las veces, implica no amar o despreciar lo que somos.

          Cualquier sueño podemos convertirlo en realidad, podemos ser aquello que soñamos, lo único que hay que hacer es caminar en esa dirección, alimentando correctamente lo que somos, con todo cuanto la Vida Es y manifiesta en el Ahora.

          Siendo imprescindible el respeto por lo que somos ahora, al ser lo único que tenemos para crear y hacer realidad lo que soñamos. El alimento es nuestro vivir y lo que hacemos con cuanto nos acompaña en lo que somos.

          En el Amor, sólo existe el Uno, la Individualidad: “Un Dios, una Vida, un Universo, una Individualidad y un Infinito de Individualidades en cada una de Ellas”. Donde no existe un yo y por tanto un tú o demás, donde al SER lo que ES, no hay cabida para la guerra o la Infelicidad.

          Todo ello nace del Deseo, que es semilla de la Dualidad y de los opuestos. El deseo, sólo existe en la insatisfacción de lo que somos o de lo que hay, o tratar de estar en lugar y situación diferente a la que tenemos. “Algo imposible en el Aquí y Ahora, donde sucede la existencia”.



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