Algunas
tribus perdidas, cazando pájaros, le lanzan flechas a los aviones, en la
seguridad, de que si cazan alguno, la tribu tendrá comida para mucho tiempo.
El no haber
visto o no saber algo, no hace diferente su realidad.
La luz
siempre está presente y la oscuridad solamente existe, cuando interponemos algo
entre la luz y nosotros. El sol es
luz, si quisiese percibir la luz,
obviamente tendría que entrar en la
dualidad. Al ser lo más luminoso, solamente percibiría oscuridad. Probablemente
aseguraría que lo único que existe en realidad es la oscuridad y para él sería
la verdad, a pesar de ello, de sus creencias, de su percepción, la verdadera realidad
permanecería constante y como única realidad, “él (el sol), seguiría siendo Luz”.
Cuando la
Vida es felicidad, toda vida que la busque, sólo encontrará y percibirá la
infelicidad. No estamos aquí para encontrar la felicidad, ya lo somos al ser
Vida, estamos aquí para expresarla, al igual que el sol continuamente emite
luz, nosotros deberíamos continuamente irradiar felicidad, independientemente
de las circunstancias. El sol no puede: dar, saber, gozar o sentir la luz, él ES luz.
Las épocas de
oscuridad, una vida oscura o la mayoría de los aspectos atribuidos a la
oscuridad, no suelen referirse a la falta de luz solar, sino más bien a
situaciones de sufrimiento o infelicidad.
El feto en su
desarrollo vive en un mundo oscuro, al menos es lo que creemos la mayoría, pero
la luz penetra a través del cuerpo de la madre y dependiendo de la ropa que
lleva, será percibida con más o menos intensidad. Cuando el cuerpo de la madre
porta mayor cantidad de ropa, probablemente el feto perciba la luz de las
energías emitidas por los diferentes órganos de la madre. Lo que explicaría, el
por qué algunos niños recién nacidos sienten miedo en una habitación totalmente
oscura.
Nuestra
relación con la luz, es constante, siempre está presente en nuestras vidas. Al
ser expulsados del paraíso, un ángel con una luz, fue puesto para guiar nuestro
retorno. En la creación del universo, es lo primero que se crea.
Si no hubiese
estrellas, la vida se expresaría con formas diferentes, y la facultad de ver se
ejecutaría de otra forma, pero lo que no faltaría sería la luz, diferente, pero
luz. Se crearían los medios para poder ver, porque lo que no tiene existencia
real en la vida es la oscuridad. En un universo sin estrellas, la oscuridad no
tendría lugar donde existir.
La luz es
sinónimo de felicidad, por ello la esencia, la naturaleza de la Vida son: la
luz, la felicidad.
Indudablemente
podemos seguir lanzando flechas a los aviones, tratando de cazar la felicidad.
Ello no puede evitar que sigamos siendo aviones.
Un día, el
Buda estaba siendo preguntado acerca del momento en el cual, ciertas personas
llegarían a ser budas, siendo que percibía ciertas dudas en algunos, el Buda
les dijo: “Tan cierto como que si una persona golpea con un palo largo, no
puede dejar de golpear el suelo. Así es, que todos vosotros alcanzareis el
estado de Buda”.
La persona es
buda, el movimiento es buda, el palo, el golpe, el suelo, son buda, lo quieto
es buda. Todo lo que se mueve y expresa vida y el movimiento, son buda, todo lo
no se mueve y expresa vida y su quietud, son buda. Siendo el gran ausente el
Buda, que no podía estar, porque Es.
Lo único real en la más absoluta oscuridad,
es la Luz; la realidad en la gran infelicidad es, que el sufrimiento es
percibido y vive en la Felicidad. ¿Podemos ser felices?, NO, somos Felicidad,
es por ello que sufrimos cuando la buscamos.
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