A Hermes, a
Jesús, al Buda, a muchos Maestros le han preguntado por el Nombre de Dios y sus
respuestas han sido diferentes, desde el silencio, hasta la aparente incongruencia.
Las
religiones le llaman cada una con el suyo, defendiendo que es el verdadero
nombre de dios, y en algunas le han llamado el Innombrable, el Sin Rostro.
Él atiende
por todos, ninguno le resulta extraño, no hay uno que le parezca mejor o peor
que otro. Pero a mí me gustaría encontrar el nombre, que expresara lo que yo siento
por Él.
Pienso que
tiene muchos nombres, dependiendo de donde le miramos:
Como Esencia,
no puede ser llamado por nada, por lo que es el Sin Nombre, el Innombrable.
Como Uno,
Absoluto o Todo, atiende por Yo.
Como Dualidad,
Yin-Yang, se expresa en TúYo.
Como Trinidad,
le llamo Él,laTúYo.
Como Multiplicidad
o Todo Individualizado, su nombre se alarga siendo más simple decirlo en
espanglish TheyYouWeÉl,laTúYo.
Aparte de
estos nombres en mi pueblo, cuando “ponemos el burro delante”, le llamamos YoTú,
YoTúÉl, etc.
Nos hemos
complicado la vida: buscándole, queriendo verle, entenderle, llamándole por el
nombre que nos han dicho y discutiendo por saber cual es el más indicado, el
verdadero.
Ha sido inútil,
hemos llegado al punto de dudar de su existencia.
En nuestra búsqueda, nos hemos olvidado del
más importante, para completar a Dios, “nosotros mismos”, Dios no puede ser
llamado por ningún nombre en el que no esté Todo incluido, y el que no puede
faltar a nivel individual es “Yo”, no vale con “yo”, para Él en su infinita
bondad es indiferente, pero no nos debe valer a nosotros, que
independientemente de que creamos en Dios o no, debemos ser “Yo”, “un Ser
Humano”.
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