No pretendo molestaros

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Yui Shin

sábado, 8 de febrero de 2014

ZEN

          Hace años, en una entrevista me preguntaron: ¿qué es la Meditación?, mi respuesta en esos momentos fue que: “Es el estado natural de la Creación”, me faltó que por la Creación, me refería a la Vida, al Todo, al Vacío, a Dios. Me dijeron que lo explicase y lo que dije más o menos fue: “En la Creación, cada individualidad, pequeña o grande, dedica su existencia a realizar su función, a ser lo que es, por lo que su estado natural es el de Meditación, razón por la que no necesita meditar; las personas por el contrario estamos en un estado de búsqueda, dudas y un eterno sin vivir, por saber lo que somos y lo que es la Vida, en lugar de serlo y vivir. Algo que nos impide realizar nuestra función, y expresar nuestra realidad, razón por la cual tenemos que hacer algo totalmente innecesario: "meditar”.
          Zen es una palabra japonesa que significa Meditación. Deriva de la palabra china “Chan” y esta de “Dhyana” en sanscrito. No se el significado exacto, que expresaba el termino en sanscrito, una lengua que expresaba las cosas espirituales, con una precisión nunca más alcanzada, por lo que hay que mirar en los significados que tiene hoy día.
          El Zen es una de las ramas del budismo, se origina en India y es llevado a China por Bodhidharma, uno de los patriarcas indios del budismo. Su enseñanza, a pesar de que aparentemente comienza, como algo nuevo, recoge y ajusta su enseñanza a los Sutras, dándole más importancia a uno u otro, según el enfoque de las explicaciones. Lo que si abre, es una mirada y entendimiento nuevos, a las enseñanzas de Buda.
          En general cuando miramos al Zen, lo vemos como una práctica para mejorar lo que somos, siendo importante la meditación.
          Los Maestros lo han explicado de innumerables maneras, lo primero que Bodhidharma le dice a un príncipe o rey chino es: “Todo lo que habéis hecho por y para expandir la enseñanza y el budismo, no acumula ningún mérito”. Algo extraño, al estar en los Sutras claramente expresado lo contrario. Esta contestación, desde las profundidades del Zen, le llevó a vivir en una cueva durante años, y a pensar que no había a quien enseñar.
          El Zen, enseña aparentemente fuera de los Sutras, todo es una creación mental, y nada existe fuera de nuestra mente, el intento de acumular posesiones origina las dudas y la infelicidad, aquello que vemos nunca puede ser la realidad.
          El Zen también enseña: que desde antes del comienzo, “Todo es Buda”, que después del final, “Todo es Buda”. Que no hay nada que buscar, nada que conseguir, que en la Realidad Última lo único que existe es el Vacío, la Nada, y lo que es más difícil de entender la existencia transcurre: “Aquí y Ahora”, por lo que no puede ser modificada, al no existir pasado, ni futuro.
          Cuando el dios mono Hanuman, viajó por los más remotos universos, al volver fue a ver a Buda y este le preguntó por sus viajes, tras contar todos los lugares que había visitado, el Buda le enseñó, que la marca que había hecho en el punto más lejano de su viaje, estaba hecha en la mano de Buda.
          Cuando aparece el Buda, esparce su enseñanza (dharma), enseñando a sus seguidores (sangha).
          Pero el Zen es la realidad que hay, antes, durante y posterior a esta aparición. Cuando solamente existe la Nada donde se mueve Todo.
          No se puede buscar, conseguir, percibir, conocer o cualquier otra realización que dependa de una dualidad, siendo Todo, no hay posibilidad de cambio, o percepción, incluso de sí mismo. No se puede desear, mejorar o empeorar, todos somos el Uno, Buda, Dios, la Nada.
          Zen es una existencia infinita en la que “ahora” abarca, desde cero a infinito. Y un “aquí”, que cubre más allá de los universos infinitos. Solamente puede ser percibido, desde la dualidad, y encontrado o buscado cuando se es algo diferente a él.
          El Zen no es para ser entendido, no es un medio de mejorar la vida, no es una doctrina, ni religión, ni una forma de vida, no hay forma de incorporar el zen en nuestras vidas. Nosotros somos el Todo, somos Zen, somos el Vacío causado por ser Absolutos y no poder percibir nada externo o diferente a lo que somos, Zen es Todo lo que somos, es por ello que todo el Universo practica Zen, siendo simplemente lo que es. Ese estado natural es el que permite que: “sin hacer nada, todo está concluido”. Siendo Todo no hay nada que hacer, nada que desear, no se puede conseguir nada, simplemente eres Todo.
          Es el lugar donde reside el Zen, nosotros lo miramos desde la dualidad y el deseo, simplemente lo queremos utilizar. A través del deseo y el esfuerzo, vamos perdiendo la ambición, el ego, la dualidad, para un día cuando estamos vacíos y sin deseos, descubrir la felicidad de ser Zen.


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