No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

jueves, 3 de abril de 2014

CONFIANDO EN LA VIDA

          Durante los años que estuve viviendo en Madrid, tras mi vuelta de Japón, un buen amigo, me invitó con cierta frecuencia a intervenir en unas charlas, que dirigía en una emisora local. Los temas eran variados, pero siempre sobre: espiritualidad, salud, temas sociales, y en general temas para el desarrollo de la persona. Aparte de estos coloquios, también me invitó varios años, a conferencias, jornadas y charlas, especialmente sobre salud, pero también sobre los otros temas.
          Nunca he podido hablar sobre temas que hubiese preparado, y en muchas ocasiones, no sabía el tema a tratar, hasta el mismo momento del comienzo del programa.
          Un día me preguntó, si quería intervenir en unas charlas acerca de “San Juan de la Cruz”, a lo que contesté que sí, al igual que he hecho a lo largo de este tiempo, a todas las proposiciones de dar mi opinión, en algún tema importante para mí. Pienso que es mi deuda, al titánico esfuerzo realizado por mi Maestro, para al menos, quitarme un poco de las costras que me encerraban cuando llegué a Él.
          Debo decir, que mis conocimientos en esos momentos acerca de San Juan, eran casi nulos. Pasaron casi los tres meses de tiempo y aproximadamente una semana antes de las charlas, fui con unos amigos a un mercadillo y supongo que Dios, puso ante mis ojos, un pequeño libro con los poemas de San Juan de la Cruz, y lo compré.
          Leí por supuesto el libro de poemas y el día que eran las charlas, me presenté y escuché a los contertulios que hablaban antes que yo. Fue interesante escuchar las maravillas de sus escritos y su vida, y finalmente llegó mi turno.
          Ante todo, les expliqué a las personas asistentes, mi ignorancia acerca de la obra y vida de San Juan, con total honestidad, y que comentaría mis impresiones de la lectura de sus poemas y las diferencias del esfuerzo místico entre occidente y oriente.
          Ante todo, que había pensado, las dificultades de cualquiera que quisiese por medio de la mística, unirse o entregarse a Dios, desde una religión y cultura, que te grava en el alma, la separación entre la divinidad y su creación. Aún reconociendo el esfuerzo, empeño y fijación de la mente en su meta, la impresión que había sentido desde su poesía, es que no había trascendido la Unidad con Dios. Es un logro que requiere un esfuerzo titánico, que partiendo de una creencia de que, “solamente Dios puede salvarte y acercarte a Él, despertando tu espíritu, que es un logro que no puedes realizar por ti mismo", es digno de alabanza, incluso, el haber llegado a esa unidad.
          En oriente en general, la relación entre la creación y sus deidades es diferente a la del cristianismo. Especialmente lo comenté desde el budismo Zen, y un poco de pasada desde otros ángulos, incluso de que entre los filósofos griegos había ideas parecidas a ambos entendimientos.
          En Zen la relación entre el Creador y la Creación, no existe, el Buda, el Dharma y la Shanga, es una sola unidad. En el cristianismo también la hay en la Trinidad, en el budismo es con los seguidores, por extensión con la Creación. Un místico y cualquier expresión de vida, desde el comienzo, es uno con el Buda, no tiene que buscar, ni tan siquiera unirse a Él. Pero encuentra las mismas dificultades, la mayor diferencia es que si lo consigue, su logro es el de: “Ser Buda, lo que significa ruptura total de la dualidad”, el místico cristiano, San Juan, puede llegar muy lejos, con mayores sacrificios, pero su logro, su meta, su esfuerzo, le ha llevado a: “Ser Uno con Dios, en donde todavía está perceptible el Yin y el Yang, la dualidad”.
          Cuando en una pareja, uno de los integrantes siente la unión con el otro, o simplemente, ser uno con …., la pareja pierde un poco de pareja, para ser: dos algos juntos, unidos, o conviviendo en pareja. El concepto de pareja, grupo, creación o Creación, es que solamente hay Una. Un coche no es el … +  … + …., más; es Un coche.
          Cuando realmente se realiza que solamente hay ese Uno, no puede haber ni tan siquiera la más minima percepción de: ser, unión, existir, incluso de si mismo.
          Es quizás por ello, que nos cuesta tanto interiorizar los conceptos de que: Dios es Todo, la Vida es Todo, Dios y la Creación son Uno, todos estos conceptos son casi, la culminación de: “la disolución de uno en otro”, el “ser uno en Cristo”, el “ponerse en las botas de otro”.
          En Zen solamente hay Buda, el Vacío, la Nada. A pesar de ello todavía estamos uniendo el Yin con el Yang, un trabajo inútil; el Yin y el Yang, nunca han podido estar separados, son siempre, las dos mitades de: “Una Sola Individualidad”.

          Como decía mi amigo, “Como siempre, independientemente del tema, nos hablará de la Vida”


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