Mucho antes
del nacimiento del Universo, cuando había un Infinito lugar Vacío, donde
solamente había Nada, un sentimiento de acogimiento, un deseo de entrega
comienza a aparecer, desde el Corazón inexistente de la Nada. Por llamarle por
un nombre se le llama Vacío, Nada o el Principio de No-Ser. Al haber Nada,
todavía no hay un qué, que pueda Ser y su opuesto tampoco puede cobrar existencia.
En el
Inexistente Corazón, surge un sentimiento hacia la Nada, que más tarde con el
nacimiento del Universo será llamado Amor. Al no haber un objeto, que pueda ser
receptor de este Amor, (no he encontrado otra forma de nombrarle, que como
sentimiento), en lugar de formarse como sentimiento, nació como Ser o Seidad. Por lo que realmente nunca ha sido un sentimiento.
sentimiento), en lugar de formarse como sentimiento, nació como Ser o Seidad. Por lo que realmente nunca ha sido un sentimiento.
La Nada se ha
llenado de Amor, toda ella está pervadida por Él y es el comienzo de la formación
del corazón que lo expresará. Al contrario que en el sentimiento, que es el
corazón el que crea el sentimiento, en el Principio es el Amor, el que para poder
expresarse, crea u origina el Corazón, el Universo.
Transcurren miles
de millones de años, antes de que el Corazón Universal, vaya tomando forma,
como Caos Organizado. Junto con la forma y a pesar de que no hay una dualidad
establecida, su latencia, su potencialidad, forma una Unidad con ella. Aún no
ha nacido ni tan siquiera el concepto de Uno, pero el Yin y el Yang, ya están
en el nacimiento del Universo. Las dos mitades del Vacío y del Universo, están
totalmente entremezcladas, sin posibilidad de ser diferenciadas en su Yin y su
Yang.
Este Caos es,
el que como Naturaleza del Universo, se ha transmitido a todo cuanto cobra
forma, pudiendo verlo en cualquier forma de vida de las que existen en nuestro
universo. El Yin de algo, solamente puede ser determinado por la relación con
otro aspecto, que sea opuesto y determine un Yang. Por ejemplo si dos células
se orientan, con sus polaridades positivas o negativas adyacentes, se repelerán
y mantendrán una separación, dependiendo de sus masas, en cambio si las
polaridades adyacentes son contrarias crearán una cohesión, determinada también
por sus masas.
A esto que es
tan simple, podemos darle las gracias, es por lo que las estrellas no se nos
han caído del cielo, ni los australianos se han precipitado al vacío, (España
por supuesto es la que está encima de la Tierra).
En este Caos
Organizado de Yin-Yang, surgiendo del Amor y manifestándose en el Corazón, nace
la Vida. Hay libros, que hablan de una existencia potencial, latente, mental,
espiritual, prior a la creación en la forma. Por lo que podríamos incluso decir
que todavía este Amor, este Corazón, esta Vida, todavía son Silencio, a punto
de manifestar su Infinitud en lo concreto del Uno.
Es a partir
de este Silencio, de este Uno, cuando la Vida comienza a materializarse. Las
ondas del Silencio se esparcen por el Corazón Universal, materializando el Amor
de la Nada, en constelaciones, estrellas planetas y todas las formas de vida
que conocemos, y las que pueden existir en número infinito.
A veces y a
pesar de que hace miles de años nos dijeron, que todo es Buda; que nosotros
mucho antes de nacer, somos Buda; que Jesús nos dijo: “Yo soy, el Hijo unigénito del Padre”, porque él lo realizo, nunca
dijo y “vosotros no”, porque fue
preguntado, contestó, es como si has comido bien y sales del restaurante y te
preguntan, dices que sí, pero no se lo restregas a los hambrientos.
Estos escritos
y otros muchos, deberían darnos confianza en nuestro presente y al lugar donde
se encamina la Vida que somos, la vida que es nuestra, también sabemos dónde va, la Vida es Todo incluyente, pues a pesar de las apariencias, como dicen los antiguos y muchas personas
mayores, “Todo vuelve al origen”, “Polvo eres y en polvo te convertirás”, “Si
escupes para arriba, podrás peinarte”.
Nuestro destino es, ser: Uno, Silencio, Corazón,
Amor, Caos, Nada, Vacío, Buda, Dios.
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