A veces
cuesta entender, cómo hemos podido estar todos estos años leyendo libros y
frases escritos hace miles de años y todavía nos cuesta aceptar, una cosa tan
simple como la dualidad.
La mayoría de
las frases y conceptos que solemos leer y escribir, en nuestros días,
contradicen las teorías o enseñanzas de los Maestros antiguos: Tao Te King,
Yin-Yang, el Espíritu del Cristianismo, del Budismo; muchos de los pensamientos
de: los indios americanos, los aborígenes australianos, aztecas, egipcios,
muchas culturas antiguas que nos hablaban de las relaciones:
entre la creación y su creador, la naturaleza y el hombre y la relaciones entre nosotros y en muchos de sus pensamientos se, entreveía una ruptura de la dualidad funcional. La ruptura de la dualidad de oriente, es simplemente la negación de su existencia como realidad.
entre la creación y su creador, la naturaleza y el hombre y la relaciones entre nosotros y en muchos de sus pensamientos se, entreveía una ruptura de la dualidad funcional. La ruptura de la dualidad de oriente, es simplemente la negación de su existencia como realidad.
Los dos
aspectos que a mi parecer son más difíciles de aceptar son: la dualidad
amor-indiferencia y la de Vida-Muerte.
Lo que hay
que tener en cuenta, es que el concepto del mundo real en oriente, es en cuanto
a Seidad de las diferentes individualidades. La individualidad Amor como
existencia real y como concepto de individualidad absoluta, está integrada por:
una mitad Yang, que es el amor como sentimiento, que necesita quien ama y el
objeto de ese amor; y la mitad Yin, que es el opuesto y polaridad negativa,
representado por la indiferencia para mí y el odio o el desamor para otros
muchos.
Mientras el sentimiento de amor,
no debería rechazar la indiferencia, sino aceptarla con su propia naturaleza
esto es: amor. La mitad Yin, es la que no puede crear, aceptar, sentir o concebir,
no solamente el sentimiento de amor, sino los de odio o desamor. Es por ello
que la indiferencia es, donde habita el amor, hasta el momento de manifestarse.
Una vez que se manifiestan, si se puede transcender la dualidad, comienza a manifestarse
el Amor, donde las dos mitades: viven, conviven y existen exclusivamente como
Amor, sin poder manifestarse, al no haber dualidad, no haber sujeto, ni objeto,
para experimentar la manifestación.
El concepto de vida-muerte, es
experimentado en la dualidad, pero no puede manifestarse en la Unidad, el Uno,
el Todo.
La Vida es la unión de ambos
conceptos, ellos forman sus dos mitades inseparables, indiferenciables en esa
realidad que nos hablan los Maestros por ser: Vida Absoluta.
Su Eternidad, es la capacidad de
manifestarse al unísono en los dos aspectos, muriendo y naciendo al unísono,
sin diferenciación entre ambos, manifestándose como Vida. Porque es la única forma de no crear pasado, no
tener futuro, sino un constante y eterno Presente.
Nuestro sufrimiento como decía el
Buda, nace de esta ignorancia. Cargados de deseos, pasado, incertidumbre con un
futuro que no podemos ver, tratando de estar continuamente en otro sitio, ser
diferentes nosotros y el entorno, y sin poder vivir en el único momento en el
que están transcurriendo nuestras vidas, en el presente, Ahora.
No es una cuestión de: rechazar o
aceptar la muerte, mirarla como enemiga de la vida, o tenerle miedo. Continuamente
se va nuestro pasado, para que pueda nacer nuestro presente.
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