No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

jueves, 22 de mayo de 2014

UNA VIBRACIÓN

          Es difícil de explicar el por qué el hombre se aferra a diseccionar la Vida, al parecer y según él para conocerla mejor. Recuerdo un día que pedí un pollo asado en un restaurante, me lo sirvieron primorosamente en una gran cantidad de recipientes: en uno mediano, habían colocado de diferentes colores y materiales otros pequeños y en cada uno venía un tipo de vitamina diferente, en otros las proteínas, las grasas, los líquidos, los sólidos, todos separados por texturas y tipos, lo miré todo extasiado y maravillado de la gran labor de los cocineros y su buen gusto para la
presentación. Me levanté como en un sueño, me compré un bocadillo y una cerveza en un quiosco, me fui a un parque y comí escuchando el canto de los pájaros.
          Leía al Dr. L. Gaynor, acerca del mundo vibracional y su uso en las terapias, es interesante y como siempre le he dicho a las personas que he tratado, “si una terapia te va bien, es la mejor para ti”.
          Comprendo, no sin sorpresa, que el mundo científico y las terapias en el mundo de la medicina occidental, puedan separar: la mente, el cuerpo, la psiquis los órganos e incluso las enfermedades por tipos, la sorpresa es que se hallan olvidado de que el paciente es una persona, entera, con familia, circunstancias, incluso con un entorno.
          La Vida se mide en Infinitos en todas sus manifestaciones y formas, por supuesto en el mundo vibracional también. Lo que sabemos con seguridad es, que no podemos percibir conscientemente por encima, ni por debajo, de unas ciertas frecuencias. Que diferentes tipos de vida pueden percibir frecuencias diferentes. En la Vida vibracional, cada célula cada átomo tiene su frecuencia particular y grupal, mostrando su vibración el estado del: tejido, del órgano, o cualquier nivel de individualidad donde este integrado. Teniendo su frecuencia individual y aportando su información y peculiaridad a la vibración a lo que está integrada; también su vibración es afectada por el resto de las vibraciones de las otras individualidades.
          Lo vemos en cualquier orquesta, un solo instrumento aporta lo que es, a la melodía, y es afectado e influenciado por los demás. Además para cada melodía los instrumentos deben de ser afinados y armonizados con una tonalidad base, producida por un diapasón o por otro medio, para que la armonía sea perfecta.
          Los cuerpos forman parte de una orquesta mayor, y todas las orquestas interpretan la Sinfonía Única de la Vida. En los cuerpos, aún siendo afectados por los otros músicos de su orquesta, la parte más sensible y urgente de armonizar, es la de: mente, cuerpo y espíritu; posteriormente cada una de ellas por separado y a continuación los órganos y células, este sería el orden de producción de los problemas y enfermedades; para mejorar la armonía a veces se puede usar el camino inverso, o simplemente usar el diapasón.
          Todos sabemos, que apenas somos conscientes del funcionamiento de un pequeño porcentaje del cerebro, que nuestros conocimientos son más acerca del funcionamiento bioquímico de la Vida, que de lo que un pollo asado es comiendo en el restaurante famoso.
          Hemos oído y leído, la destrucción de las murallas por medio del sonido, los chamanes y curanderos de las tribus lo llevan usando miles de años, para curar e inducir a diferentes estados de consciencia, lo usamos para hacer fotos, para investigar el universo y todavía nos negamos a creer que pueda influir en nuestro bienestar.
          El sonido de nuestra voz, las voces de las personas de nuestro entorno, el sonido de nuestro nombre, los sonidos de nuestro entorno; todos ellos están determinando nuestra calidad de vida, no es que halla sonidos más o menos sagrados, es que todos los sonidos pertenecen a nuestra Sinfonía, y nuestra afinación depende no solamente de nuestro sonido, sino de su armonización con el sonido del Universo, y nuestro universo del sonido de cada una de sus células.
          Un diapasón que suena en el espacio, en la Nada, pervade, no solamente la conciencia y la consciencia, sino toda esa parte que no percibimos de nuestro ser, esa parte que no por desconocida, deja de formar parte de nuestra Sinfonía, sino que puede armonizarla para poder disfrutar de su sonido.
          Un día a la pregunta de un paciente de: “¿Qué era Dios y la Vida? contesté que una docena de huevos”. Solamente faltando un simple átomo de huevo, desaparecería la docena, nosotros seguiríamos viendo doce huevos, pero falta un  átomo para ser una docena. Es el problema de lo absoluto, una docena es Una, una pareja está formada por Una. Nuestra Sinfonía esta compuesta por el Infinito vibracional, si falta lo más ínfimo e infinitesimal, nuestra Sinfonía estaría incompleta, desafinada, y rota su Armonía.
          Por ello la Vida solamente es, Una Vibración Infinita de Silencio.



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