Desde siempre
hemos estado buscando cual es nuestro origen, lo buscamos desde el conocimiento
que nos proporciona la filosofía, la religión, la tradición y la ciencia. Pero
en general de todos estos orígenes nos ha interesado siempre el de la
manifestación como humanos o humanoides.
Pero hay un
origen todavía más antiguo, más sutil, que es el que ha permitido que nuestra
manifestación pueda expresarse. Este origen es el de la manifestación de la
Vida, del Universo, de la Materia, de la Forma, porque es el punto en el que la
potenciación Infinita de la Vida comienza su manifestación.
El momento
previo a que esta manifestación pudiera originarse es la aparición del Uno
como: Todo, Absoluto, en una Naturaleza de Vida-Amor, que será conocida con la
palabra Dios en Español. Es importante que veamos que su condición de Absoluto,
impide que exista algo más que Él, siendo Todo, tampoco puede crear, porque
incluso pudiendo hacerlo, independientemente de que lo que sea o lo conforme,
Infinito o Vacío, seguiría siendo Todo. No puede ser dual, por lo que en su
Seidad como Uno, el Yin y el Yang, no pueden ser percibidos.
Esto que
parece complicado, es la situación en el Paraíso de Adam y Eva, junto con el
resto de vida en Él, que no sienten, ni perciben la separación o diferenciación
entre ellos o con Dios, por lo que son Uno, a pesar de la multiplicidad
aparente.
Con esta
situación, lo que permite que pueda manifestarse el Universo, es precisamente
que las dos mitades de ese Uno, el Yin y el Yang, de alguna forma pasen de
potenciales a manifestarse. Este origen de la dualidad es precisamente el de la
manifestación de la Vida como Universo. La Vida sigue siendo el Vacío que acoge
y se entrega por medio de su Naturaleza de Amor, ninguno de los tres en su trinidad,
puede ser energía, vibración o luz. Ellos son esa Nada que acoge a los árboles,
animales, constelaciones, o al agua en la botella, que permite que en un lugar
espacioso e ilimitado, podamos por medio de unos muros construir una
habitación, donde su importancia es precisamente, que entre los muros no exista
nada para poder poner lo que deseemos.
Esa Nada
llena de Infinitas potencialidades, simplemente es, la botella vacía que es
capaz de contener cualquiera de las infinitas cosas que puedan introducirse en
ella. Esa manifestación solamente es posible por el equilibrio de las dos
mitades del Uno, y porque las dos mitades pueden ocupar un número infinito de
posicionamientos, los diferentes equilibrios entre el Yin y el Yang, será el
que determinará la aparición de las manifestaciones, por el contraste entre
ambos. Esta manifestación de la Nada en su naturaleza de dualidad, es la que al
ser percibida, toma la forma de energía, vibración materia o espíritu, siendo
que en su verdadera Naturaleza no dual, sigue siendo la manifestación de Una y única
Vida, que en su Infinitud es NADA.
Al no poder
dejar de ser Todo, la parte creadora es entregada a la dualidad, al Universo
que manifiesta su Nada, creando cuanto existe, nosotros lo analizamos como una
creación exógena, pero realmente lo que existe es lo que SOMOS, por lo cual
incluso en nosotros se da la circunstancia de que siendo los creadores,
solamente podemos crear lo que somos.
Es por tanto
responsabilidad de nosotros el Universo, nosotros los políticos, nosotros los
empresarios, nosotros los trabajadores, nosotros los animales, nosotros, los
que somos responsables del universo, de la vida, de lo que existe en la creación
que nosotros construimos en cada ahora, porque la VIDA solamente ES, un AHORA
INFINITO, en el que no puede haber percepción incluso de una potencialidad de
algo, porque ni tan siquiera puede existir el UNO que daría origen a la
dualidad, es por lo que la esencia, la verdadera naturaleza de la VIDA es el
VACÍO.
Este es nuestro origen, nuestra naturaleza,
junto con la del Universo, Ser Buda, Dios, Nada expresando el Amor de la Vida
en su dualidad. Solamente hay una diferencia entre esa dualidad de la Vida y la
de nosotros, el Yin y el Yang, incluidos en el Uno, para la Vida; el Yin y el
Yang confrontados, separados en la nuestra. Nosotros buscamos sentir la Vida,
la Vida Es; nosotros intentamos saber, conocer, la Vida es Nada que acoge el
conocimiento, no como algo que aprender, sino algo que ser.
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