No pretendo molestaros

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Yui Shin

lunes, 1 de septiembre de 2014

LA ORACIÓN, PRIMERA LENGUA

          Cuando solamente existía el Espíritu, la única lengua era el Silencio, al no haber ni tan siquiera noción de dualidad. Es cuando la dualidad está en un estado de latencia, cuando nace la nueva lengua, que aún siendo Silencio es necesaria para la construcción de la Torre de Babel, esta primera lengua es la Oración.
          Cuando los primeros vestigios de Humanidad aparecen en el Universo, solamente tenemos algo claro, hemos vivido un largo periodo de gestación en nuestra Madre Vida, en el cual nuestro Padre Dios, solamente era algo latente, e inexistente para nosotros. Nuestro primer movimiento aún no se ha ejecutado, por lo que la Madre aún no es consciente de nuestra existencia.
Nuestras vivencias en su casa, nuestras primeras conversaciones con Ella, son el nacimiento del lenguaje del Silencio, el Origen de la Oración. Es al nacer, en la casa del Padre, el Paraíso, cuando por primera vez somos conscientes de ser una sola: Casa, Familia, Unidad, cuando surge la necesidad de crear una lengua que nos permita comunicarnos.
          La dualidad está solamente en estado de latencia, la unión entre el Padre y el hijo, es tan perfecta que las mitades aún no saben de su existencia, por lo que la primera lengua del Silencio, entre el corazón, el principio de Amor, que ha originado la existencia de la creación y su individualidad en el Espíritu de la Vida Madre, con el Padre como Espíritu de Vida, sea la Oración.
          De alguna manera este recuerdo primigenio, escrito en lo más profundo de la Creación, (el hijo), es revivido por la humanidad, desde el principio de su deambular universal, tras el descubrimiento de la dualidad, de su creación de la Torre de Babel y su concepto de que todo está separado de lo demás, llevándole a crear la Religión. Las historias de la vuelta a la casa del Padre, del regreso al vientre materno, la Casa de nuestra Madre la Vida.
          A lo largo de nuestras vidas, todos tenemos la misma experiencia: “Somos uno con nuestra madre, tras vivir en su casa nueve meses, nacemos en la casa del padre y por primera vez le conocemos, vivimos en ella por un tiempo, para salir y crear la nuestra y nuestra familia. Pero aún cuando cortamos nuestro cordón umbilical con ellos, nunca nos separamos realmente, la Madre nunca corta su cordón con nosotros y sus casas siempre están abiertas para acogernos”. Todos sabemos esto, obviamente cuando el ser humano, descubre que: “Así es arriba como abajo”, “Que la genética de la Madre y del Padre, es la misma que la del hijo, (El todo está …)”, es cuestión de tiempo que las religiones traten de recordarnos que la Casa del Padre, siempre mantendrá las puertas abiertas.
          Obviamente, las explicaciones, las historias, son diferentes. Pero quién recuerda su vida en casa de los padres igual que otra, incluso entre hermanos el recuerdo es diferente. En nuestros días muchas personas niegan la Religión, la existencia del Padre, porque miran, qué hemos entendido y hecho con ella y cómo hemos entendido las historias.
          La oración está en horas bajas, atacada por muchos porque creen que es pedir a un dios dictador, porque es una pérdida de libertad, o algo totalmente inútil, pues no hay nadie que pueda darte lo que pides.
La Oración es, el lenguaje entre el Corazón y el Espíritu, su Silencio está más allá del pronunciamiento de las palabras, pues en la Oración, estas no son pronunciadas por la boca, sino desde el Corazón, no son de peticiones, pues no hay nada que pedir en la Unidad, solamente se expresa en Silencio la Aceptación y Entrega entre el Corazón y el Espíritu. Hay lenguas que no se hablan o no son conocidas popularmente, que se llaman lenguas muertas; las usadas comúnmente son lenguas vivas. La Oración no se incluye entre ellas, porque simplemente es: “La Lengua de la Vida”.

          La importancia de los diferentes tipos de oración, de las diferentes religiones en Meditación, viene de que cuando se habla con la Oración, es la comunicación entre la Madre y el Hijo, antes del primer movimiento en su vientre, ese Silencio, donde de alguna manera está formándose la nueva y primera lengua de la Vida, la Oración, es un estado que en Meditación a veces es llamado Consciencia. No es consciencia de algo, pues no hay dualidad, solo Silencio; no hay conversación entre el Amor y el Espíritu, solamente existe la Madre Vida, por eso es: “la Seidad de Consciencia de Nada” donde la Oración es Silencio.


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