Una de las
cosas más complicadas de entender es el por qué la vida en la Tierra es como
es, al menos es lo que pienso. Sobre todo cuando se piensa, en que hay alguien
que nos maneja, decide cómo tiene que ser todo, y somos impotentes para
cambiarlo. Otras veces miramos en las explicaciones kármicas, para no estar
nunca de acuerdo con lo que nos ha tocado, porque por lo que hemos hecho,
siempre creemos que nos merecemos otro resultado. O miramos, en las vidas
incipientes que han comenzado con una serie de circunstancias que no entendemos
el por qué.
No nos
sorprende que en la fabricación de algo, todos hallan trabajado correctamente,
los productos hallan sido seleccionados con buenas materias y buena manufacturación
y que un simple tornillo produzca una catástrofe, en la que personas que no han
tenido nada que ver en el trabajo, pierdan la salud o la vida.
Vemos cómo
cuidamos nuestro cuerpo, hacemos todo lo correcto según nuestras creencias, y
una simple célula, virus o bacteria, nos deja rotos o sin vida.
Y me pregunto
y me preguntan, por qué pienso que construimos nuestra vida.
Nosotros miramos
la Vida como algo concreto, con voluntad, deseos, opiniones o con algún tipo de
discriminación. Para mí es, el resultado de lo que nosotros hacemos en libertad.
Sería, aún siendo muy diferente, como la caja que acoge lo que queramos poner
dentro, siempre será lo que contiene, no teniendo ninguna intervención en ser
una caja de … Siempre será, lo que nosotros hemos puesto en ella,
independientemente de lo que nos guste o disguste, porque somos muchos introduciendo
cada uno su aportación.
Hay veces que
pensamos: “Si tengo una buena dieta, elijo mis alimentos y la forma de
cocinarlos, hago ejercicio, soy feliz, ¿cómo obtengo los resultados que tengo?”.
Es difícil entrar en todo lo que
interviene en cualquier situación en la vida, donde los parámetros a analizar
serían, los aportados por un número infinito de individualidades, incluso a
nivel subatómico. Simplemente, ¿por qué llevamos esa dieta y ese tipo de vida? A
veces no nos preocupan los animales si somos vegetarianos, o el tipo de vida
que han llevado nuestros filetes, ni los problemas de los agricultores, o los
pesticidas que se usan y van a los ríos, no hacemos el ejercicio para poder
servir mejor a los demás y a la Vida sobre todo, no comemos con atención y
masticando correctamente para comer solamente lo que necesitamos, para no comer
demasiado y que halla gente pasando hambre.
Que tipo de
gratitud tenemos, cuando cuidamos tanto los alimentos que ingerimos, haciéndolo
engullendo o totalmente distraídos, sin saber qué estamos comiendo y sin pensar
en: quien ha cocinado, producido, transportado, los que no tienen alimentos, ni
tan siquiera esos alimento que están dando su vida para mantener la nuestra.
Qué respeto
tenemos, por el trozo de carne y huesos, obligado a hacer cuanto deseamos, que
materializa lo que pensamos, expresa cuanto sentimos y cuando él necesita, no
desea, necesita ir al baño, para no envenenarse, para estar bien y poder ser el
esclavo que realiza nuestros deseos, le decimos con demasiada frecuencia, “Espérate
hasta que yo termine, o mejor dicho: hasta que no termines lo que yo deseo
hacer”.
Al final el
cuerpo es lo que nosotros hemos creado, con los deshechos que le hemos obligado
a conservar en su interior envenenándole, entonces hacemos ejercicio para
ponerle en buenas condiciones, pero nos olvidamos que esta actitud, la tenemos
con nuestras emociones, nuestra mente, y con nosotros mismos al tener esta
actitud con lo que nos alimenta realmente: “La Vida que vivimos”.
Hemos creado
un cuerpo enfermo y no es solamente nuestro cuerpo físico, sino nuestro cuerpo
grande: La Tierra”, hemos contaminado y envenenado: sus fluidos, sus éteres,
sus energías, su alma, su vida, su mente, su corazón, porque ella es nuestro
reflejo, somos sus células, sus integrantes y nosotros los heredero de lo que
hemos creado en ella.
Una simple
bacteria aparece en la Tierra y la va modificando hasta nuestros días, la
Tierra acepta todo lo que ha nacido de esa bacteria sin discriminar, sin
diferenciar entre sus hijos y creadores, siendo simplemente la caja que acoge
cuanto hay en ella, nos preguntamos: por qué nacen niños con problemas, por qué
hay tantas catástrofes, por qué la vida en la Tierra es así, buscamos
explicaciones que nunca alcanzaremos, porque los resultados es lo que estamos
creando con lo que estamos haciendo, es más fácil ver donde estamos y cambiar
la dirección que nos lleve donde queremos ir.
Solamente aceptando lo que tenemos,
podremos encontrar la manera de utilizarlo correctamente para alcanzar otras
metas, pero no es con egoísmo al hacer las cosas como llegaremos donde queremos.
Pienso que la forma y actitud en la que nos alimentamos, muestra cómo vivimos y
que cómo digerimos la vida, y cómo entregamos lo que no necesitamos, para ser
utilizado por los demás que lo están esperando, cómo compartimos la vida con el
resto de la Tierra.
Solamente siendo los responsables de
nuestra vida, seremos libres. Cuando nuestras vidas sean correctas, la de la
Tierra y la Vida también lo serán.
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